El Período latifundista. Historia
Antecedentes
Desde mediados del siglo XIX, Nayarit quedó
convertido en latifundio del extranjero. Esta estructura de poder
económico se consolidó bajo el régimen
Porfirista (Castellón, 1992).
Durante la dictadura ( 1887-1911 ) se concentró
la propiedad, ya que la acumulación de tierras poseía
un valor innegable. La administración porfirista se
caracterizó por una política de ferrocarriles,
proteccionismo al hacendado, inversiones extranjeras y banca que
requería solvencia para otorgar créditos (Hernández,
1988). El gobierno se convirtió en protector de los intereses
de los más fuertes porque éstos fortalecían al
país.
Cabe señalar que en el año de 1884
Nayarit alcanzó la categoría política de
Territorio (López, 1986). Antes, formó parte del actual
Estado de Jalisco.
En aquel tiempo fue cuando se enraizó la gran
propiedad agrícola en la Hacienda con el consiguiente
ensanchamiento de la vocación agraria del pueblo mexicano
(Hernández, 1988). Al afianzarse la explotación del
campo como base de la economía patria quedaban eliminadas
otras alternativas de trabajo.
Hacia 1910 todo el Territorio de Tepic estaba plagado
de Haciendas, que degeneraron en latifundios, y en un sistema
económico precario, sostenido por salarios ínfimos y en
el esquilmo de las tierras (Hernández, 1988). Existiendo una
Hegemonía Agrícola, base insustituíble del
sustento popular, era inevitable que al producirse la crisis en
noviembre del mismo año la explosión, aparentemente
política, tuviese un fermento agrarista.
Entre los latifundios localizados al sur del
Territorio de Tepic, destacaban la Hacienda de Tetitlán y la
de San José del Conde. Vamos a detenemos en la segunda para
hablar del origen del poblado de Tequilita.
Origen
La Hacienda de San José del Conde se
encontraba enclavada en una fracción territorial que
actualmente forma parte de los municipios de Compostela y San Pedro
Lagunillas. Poseía como territorios anexos a San Juan Bautista
del Borbollón, San Diego. San Nicolás y la Puerta de
Miraflores (PEF, 1942).
El Sr. Alfredo Castillo, propietario de la Hacienda
del Conde, solicitó al hacendado de Tequila Jal. que le
transfiriera un grupo de aparceros y jornaleros para que trabajaran
en su finca. Como respuesta a la petición se enviaron, a
principios de 1910, un total de 25 familias originarias de Tequila y
encabezadas por el Sr. Luis González. Las personas iban
destinadas a atender las plantaciones del maguey de tequíla
(Agave tequilana L.) que se cultivaba en el potrero de La
laguna", predio perteneciente al latifundio del Conde (Estrada,
1992).
Los jornaleros y aparceros originarios de Tequila,
cubrían todos los días la distancia señalada, y
una vez concluída la jornada, retornaban al casco de la
Hacienda a pie, a caballo o en carretas de tracción animal. El
traslado resultaba cada vez más penoso bajo aquéllas
condiciones de vida prevalecientes en la época. Pero un
descubrimiento cambió el destino de las humildes, familias. A
los pocos meses los peones encontraron un manantial dentro del
potrero y se dieron cuenta de que contenía el agua suficiente
para satisfacer sus necesidades domésticas. Tal hecho, los
motivó a solicitar permiso de sus superiores para construir un
caserío cerca del manantial. Una vez que los administradores
de la Hacienda supervisaron el lugar autorizaron la solicitud comenzó
a fundarse el poblado, que en aquél tiempo alcanzaba la
categoría de ranchería (Estrada, 1991). Existen dos
elementos que caracterizaron el origen de Tequilita: la Hacienda del
Conde y la planta de agave. Nos detendremos en cada uno de los
mismos.
La región de la laguna, distante unos 10 km
rumbo al poniente del casco de la Hacienda antes mencionada, reunía
las condiciones climáncas y edáficas idóneas
para la explotación del agave, al grado de obtenerse "cabezas
de mezcal" que superaban en tamaño y calidad a las
producidas en Tequila, Jal. Según González (1991),
algunas de las cabezas cosechadas pesaban el equivalente a "una
carga de mula" (alrededor de 100 Kg).
La Hacienda de San José del
Conde
Se considera que es una de las fincas más
antigüas del occidente de la república, pues su origen
data de mediados del siglo XVII, cuando pertenecía a la de
Miravalles. A principios del siglo XX ocupaba una superficie de
25,000 ha y era propiedad de Alfredo Castillo (SRA, 1944). Con el
triunfo de la Revolución, su superficie se dividió en
cinco fracciones: Borbollón, Tequilita, coastecomate, San José
del Conde y Casablanca.
Cada predio pasó a ser propiedad de un
particular, por ejeMpio, la fraccíón Tequilita"
perteneció a los Hnos, Corvera durante la década de los
20's. Con las Resoluciones Presidenciales de los años 40's, la
Hacienda se desintegró completamente.
Al formarse el ejido de Amado Nervo, en noviembre de
1941, mediante la afectación de las fracciones de San José
del Conde y Casablanca, se destinó una superficie de 6 ha como
zona de protección del casco de la finca. El edificio de la
Hacienda de la Condesa de Miravalles, construído en el año
de 1642, se encuentra a unos 72 km al sur de la capital del Estado de
Nayarit siguiendo la ruta del ferrocarril Sud-Pacífico con
rumbo a Guadalajara. Por carretera, dista unos 19 km de la estación
Tetitlán, y ésta a su vez, se encuentra a 56 km de la
Cd. de Tepic, capital del Estado.
El antiguo edificio de la Hacienda se ubica a un
costado del templo de la localidad de Amado Nervo y está
asentado en una área de 4,500 m2 aproximadaniente. Su fachada
presenta arcos coloniales, y en su interior se aprecian amplios
corredores, una fuente, una capilla y una bodega (ST, s/f). En la
actualidad se encuentra reestructurada y de uso particular (Fig. 5)
El maguey de tequila
Esta planta se cultivaba en la finca de San José
del Conde, con especialidad en el predio Tequilita".
También existían plantaciones de agave en las Haciendas
de San Cayetano (Mpio. de Tepic) y de La Labor (Mpio. de Santa María
del Oro). Se clasifica dentro de grupo de cultivos especiales. El
maguey de tequila (Agave tequilana), y el maguey de mezcal (Agave
cupreata y A, potatorum) son utilizados en la producción de
las bebidas alcohólicas llamadas tequila y mezcal (Parkinson,
1923). Entre las variedades más conocidas destacan el Sihuín,
Azul y Mano Larga.
Las hojas de esta planta son de un color azuloso y
más angostas que los magueyes de pulque; tienen forma
lanceolada y terminan en una punta resistente de 3 o más cm de
longitud; sus márgenes también ostentan, de trecho en
trecho, aguijones duros y su carne pulposa encierra numerosas fibras.
Cada pianta tiene un tallo o cabeza, en cuyo derredor se desarrollan
las hojas en rosetas sucesivas (Parkinson, 1923).
El maguey de tequila y/o mezcal se propaga por medio
de pequeños chupones que brotan en las axilas de las plantas
adultas. Despues de ser desprendidos, los chipones se limpian de las
raíces y se les cortan las hojas inferiores para que queden en
condiciones de ser transplantados
La Fundación
El sitio elegido para el asentamiento de las 25
familias era conocido con el nombre de La Organera" (de
órgano, nombre común de una planta cactácea
del género Lemaireocereus. Sobre aquel lomerío
pedregoso, lleno de espinas, se empezaron a construir chozas de
madera y rusticas viviendas de adobe y teja, además de la casa
del administrador de la Hacienda. Mes de Abril de 1910 (González,
1991).
Entre las primeras obras de beneficio colectivo del
nuevo asentamiento humano se cuentan las "tarjeas" (pilas
para almacenar el agua del manantial) y la cerca o muralla de piedra
que sirvió de protección contra los extraños
(medía aproximadamente 1.5 m de altura). La cerca por dos
décadas, infundió respeto a los gavilleros que asolaban
la región. Segun González (1991), nunca se registraron
actos de violencia en los primeros años de existencia de la
ranchería.
Con la colocación de las primeras piedras
surgió la necesidad de identificar con un nombre al nuevo
centro de población, lo cual no resultó muy complicado
puesto que las 25 familias provenían de Tequila y sus
actividades económicas no habían variado al mudarse de
entidad, además de considerarse la semejanza de[ potrero de 1a
laguna" con el lugar de origen. La familiaridad de aquellos
paisajes semiáridos, la presencia de agaves y pitayos, el
ambiente acogedor de la región, hacía evocar el pueblo
natal. Aquéllo representaba a la villa de Tequila Jal., pero
en miniatura; por lo tanto, la fracción de la Hacienda de San
José. del Conde se llamaria desde entonces: TEQUILITA.
Los primeros pobladores de Tequilita
De las 25 familias que participaron en la fundación
del inicial pueblo de Tequilita se señalan, en orden
alfabétíco, los nombres de la mayoria de los jefes de
familia y, entre paréntesis, se escriben los nombres de los
hijos. Se supone que no fueron omitidos muchos nombres ya que el
total de pobladores apenas ascendía a un centenar, según
Estrada (1992) y González (1991).
1. ALVAREZ, Román y familia.
2. BAÑUELOS, Mariano y GARCIA, Ma. Santos (J.
Félix).
3. CARRILLO, Agustín y familia.
4. CORNEJO, Alejo y LOPEZ, María.
5.
CORNEJO, Maximina Vda. de (Secundino, Manuel, Efigenio, Inés y
Ma, de Jesús).
6.
CUELLAR, Zenobio y familia.
7. ESTRADA, Doroteo y MARTINEZ G., María.
8. FLORES, Eduardo (Lucio, Pablo, Cornello, Eduardo,
Agustina, Hilaria, Doroteo y Adislada).
9. GONZALEZ P., Adelaida (MARTINEZ G., Antonio) y la
esposa de éste;
CUEVAS, Tiburcia.
10. GONZALEZ, Estanislao (Ildefonso y Ma. del
Rosario).
11. GONZALEZ, Francisco (Catarino, Eliseo, Rogelio y
Julia).
12. GONZALEZ, Luis (Silvestre, Pedro, Magdaleno,
Emilio y J. Isabel). 13. HERNANDEZ, Gregorio (Prisciliano y Eduardo).
14. SALAS G., Anastasia (PEREZ S., Crescencio,
Gregorio, María, Ma.
Concepción, Paula,
Salomé y Rufino),
15. SANCHEZ, Maximina (RODRIGUEZ S., Miguel e
Hilario).
16, SANTIAGO, Leandro (Mateo y Santiago).
17. SOLIS, Bernardo y familia.
18. SOLTERO, Simona (VALENZUELA S., J. Natividad,
Manuel y Felipe).
Del listado anterior conviene destacar a Mariano
Bañuelos, Luis González y Gregorio Hernández;
administrador de la Hacienda, jefe del grupo de familias y maestro
albañil, respectivamente.
La fundación coincide con la
introducción del ferrocarril
El tendido de la punta de fierro continuó
lentamente hacia el sur de Nayarit, con rumbo a Guadalajara. Su
arribo a Tequilita demoró muchos años no obstante que,
la distancia entre Tepic y la ranchería apenas ascendía
a unos sesenta kilómetros.
En la época de la fundación de la
ranchería se introdujo el ferrocarril al Territorio de Tepic,
lo cual significó cambios en la estructura de producción
y tecnología. Los grandes propietarios agrícolas
resultaron beneficiados al utilizar este medio de transporte para
exportar sus productos (López, 1986). El tendido de vías
continuó por el lado de Sinaloa hasta llegar a la población
de Yago (Mpio. de Santiago Ixc.) en mayo de 1910. La construcción
estuvo a cargo de la Compañía Americana del
Sub-Pacífico y pronto llegó a Tepic. Fue el 20 de
febrero de 1912 cuando el vicepresidente José María
Pino Suárez inauguró el tramo Tepic-Acaponeta.
Una existencia pacífica en
medío del caos
Según López (1986) el jornal de los
campesinos en 1910 era de 50 centavos por tareas de 25 a 30 surcos
con más de 25 metros, y de 56, por el corte de 18 cargas de
caña de azúcar. En las Haciendas, se trabajaba de las 6
de la mañana a las 8 de la noche bajo condíciones
infrahumanas, Además, en las tiendas de raya todo era caro y
de mala calidad. En pleno siglo XX existía un régimen
de producción económica con carácter semifeudal.
Esas circunstancias provocaron una severa crisis.
No obstante que el movimiento popular comenzo el 20
de noviembre de 1910, fue en el transcurso del mismo cuando se
precisaron los objetivos de la lucha: destrucción de los
latifundios, dotación de tierra a los campesinos,
reconocimiento de derechos de la clase obrera y reincorporación
al patrimonio nacional de las tierras, aguas y riquezas del subsuelo
(Hemández, 1988). Dichos objetivos quedaron plenamente
confirmados en el año de 1916, al finalizar la lucha armada.
La vida de los habitantes del predio denominado
Tequilita perteneciente al latifundio de San José
del Conde, transcurrió apaciblemente en la periferia de la
comvulsión revolucionaria. El polvorín no se difundió
con la misma intensidad hacia cada uno de los puntos del país.
Al sur del Territorio de Tepic la vida siguió con su rutinaria
monotonía en las dos primeras décadas de existencia de
Tequilita, ranchería productora de agave, que permaneció
casi inadvertida hasta por su mismo propietario (González,
1991).
El Estado Libre y Soberano de Nayarit
Una vez que el Constitucionalismo dominó a la
corriente Villista adjudicándose triunfo de la Revolución,
Venustiano Carranza convocó, el 19 de septiembre de 1916, a un
Congreso Constituyente con sede en Querétaro. El Congreso,
formado por diputados se propuso delinear la Constitución.
La publicación de nuestra Carta Magna, se
realizó el 5 de febrero de 1917.
El 1º de mayo, del mismo año, se efectuó
la trascendental declaratoria correspondiente a la erección
del Territorio de Tepic en Estado Libre y Soberano de Nayarit,
La nueva entidad federativa heredaba de la dictadura
un panorama latifundista: existían más de un centenar
de Haciendas en los 11 Partidos que integraban el Territorio de
Tepíc. De éstos, en Compostela se encontraba enclavada
la Hacienda de San José del Conde, productora de maíz y
chile. La superficie de la finca fue dividida en cinco predios. En la
fracción Tequilita" se cultivaba con especialidad
el maguey de tequila y/o mezcal. Hacia 1920, eéste predio pasó
a ser propiedad de los hermanos Convera.
Los primeros periodos gubernamentales
de la entidad
En 1918 tomó posesión de su cargo el C.
José Santos Godínez, primer gobernador constitucional
de Nayarit. Gobernó hasta el año de 1921. En su período
aparecieron las primeras solicitudes para la formación de
ejídos. La lucha por la tierra, entre campesinos y hacendados,
se tomó cruenta.
Pascual Villanueva (1922-25) fue el segundo
gobernador constitucional, en medio del incipiente movimiento
agrario. Los campesinos continuaron solicitando la dotación de
tierras aún contra las frecuentes represalias de los dueños.
Se continuó el tendido de vías del ferrocarril
Sud-Pacífico. La punta de fierro llegó a Tequilita.
Cuando José de la Peña (1926-29) asumió
el poder, Nayarit tenía una población económicamente
activa de 55,645 personas, de las cuales 41,379 se dedicaban a la
agricultura (López, 1986). De ésta última cifra,
34, 713 campesinos no poseían tierras propias y el número
de ejidatarios apenas ascendía a 3,517, con un analfabetismo
del 59.3% entre la población total. Era necesaria una reforma.
El 24 de febrero de 1927 se implantó la
Reforma Agraria en la entidad, y cuatro meses después, el
Presidente Adolfo de la Huerta dió a Nayarit la Reglamentación
de la Ley Federal de Tierras Ociosas, cuyo lema era: "utilidad
pública al cultivo de las tierras de labor". Para su
aplicación había que posesionarse de la tierra aún
en calidad de arrendamiento y bajo la responsabilidad de las
corporaciones municipales.
De hecho, el movimiento agrario en la entidad fincó
su lucha en la aplicación de la Ley antes mencionada, por un
lapso de siete años, porque la burguesía liberal,
terrateniente, conservadora y en el poder, no permitía el
fraccionamiento de los latifundios (Hernández, 1988). El poder
latifundista cayó finalmente hasta el aflo de 1934.
Aquélla época se caracterizó
también por el enfrentamiento del clero político contra
el Poder Federal, en la denominada "Guerra Cristera". Al
publicarse la Ley Reglamentaria del Artículo 130 de la
Constitución, a finales de 1926, se clausuraron escuelas
católicas y seminarios reduciendo el número de
sacerdotes registrados ante el gobierno. Tal medida provocó
que el clero suspendiera el culto en las iglesias y promoviera
levantamientos armados contra el Estado, en los años 1927 y
1928 principalmente (Meyer, 1988). El movimiento tuvo mayor impacto
en las zonas rurales y fue hasta en junio de 1929 cuando se le dió
fin al conflicto.
La administración de Luis Castillo Ledón
(1930-33) se enfocó hacia la instrucción pública.
En la lucha contra el analfabetismo, se multiplicaron las escuelas
rurales y se fomentó la música, el canto, la plástica,
la lectura y el deporte. Su obra social culminó con la
creación del Instituto del Estado.
Se considera que durante el lapso comprendido entre
1910 y 1930 la Revolución tropezó con severos problemas
económicos. Como en Nayarit no se dieron transformaciones
económicas relevantes, la Revolución sólo afectó
la vida política y social (Meyer, 1988). Inclusive, algunos
subsectores de la economía como la minería, la
ganaadería y aún la agricultura disminuyeron su
capacidad productiva. Aparentemente, existía un retroceso en
el renglón económico, pero la rueda de la historia no
podía girar hacia atrás.
El Período Agrarista (1934-41)
El movimiento agrario
Desde la publicación de la Ley Federal de
Tierras Ociosas, en 1927, se había iniciado una vigorosa
campaña agraria encabezada por Guillermo Flores, Senador de la
República, quien movilizó a la Liga Agraria de Nayarit
para afectar el latifundio de la poderosa casa "Sucesores de
Aguirre" (Casa Aguirre). El golpe decisivo se dió en los
años de 1933 y 1934.
Las grandes Haciendas concentraron la tierra
laborable de Nayarit en pocas manos, pues sólo 25 personas
eran propietarias absolutas del 85% de los terrenos aptos para algún
tipo de explotación agropecuaria (Castellón, 1992). La
Casa Aguirre era el símbolo del poder económico
latifundista al ser propietaria de grandes fincas agrícolas y
ganaderas, dos fábricas textiles y un ingenio azucarero,
además de incontables propiedades rústicas y urbanas.
En 1934 asumió la gobernatura el C. Francisco
Parra, quinto mandatario constitucional de Nayarit, y primero en
gobernar un período de cuatro años A su llegada intentó
asestar el golpe definitivo al latifundismo agrario (López,
1986). En su período resultó de gran importancia la
publicación de la Ley de Fraccionamiento de latifundios en
Nayarit (Decreto 1186), con fecha del 3 de mayo de 1934, que
consideró de urgente utilidad pública el
fraccionamiento por el procedimiento voluntario o rebeldía de
todas las grandes extensiones de terrenos mayores a 300 ha de riego,
900 ha de temporal y 5,000 ha de agostadero pertenecientes a un sólo
propietario (Hernández, 1988). Las extensiones mayores a las
señaladas se declaran latífundios y el propietario está
obligado a fraccionar en un plazo no mayor a seis meses a partir de
la vigencia de esta Ley.
Con la aplicación de la Ley de Fraccionamiento
comenzó un fugaz y demoledor reparto de tierras con la
consiguiente desaparición de una estructura de poder
económico: la liquidación del latifundio.
Conviene recordar que después del triunfo de
la Revolución la estabilidad política estuvo amenazada
por los enfrentamientos permanentes entre campesinos y hacendados, en
la lucha secular por la tierra, Y tal crisis llegó a su
término en el período Cardenista (1934-40), reformadora
administración donde se repartieron 20 millones de hectáreas
en el país creando una nueva clase de productores en el campo
(Aguilera 1975).
En Nayarit prevalecía una situación
semifeudal aún con el triunfo de la Revolución y con la
vigencia de la Ley Agraria. En el lapso comprendido entre el 1º
de mayo de 1917 y el 31 de diciembre de 1933 sólo se habían
resuelto 52 expedientes de dotación de ejidos, que amparaban
una superficie reducida, existiendo en la entidad más de 20
mil campesinos sin tierras propias.
Con la solución al problema agrario, de 1921 a
1937 (año en que deja el poder Francisco Parra) se concedió
a los campesinos un 80% de las tierras cultivables de la entidad.
Esto significó la desintegración de los latifundios.
El agrarismo llega a Tequilita
Cuando se publicó la Ley de Fraccionamiento de
Latifundios, el poblado cumplía 24 años de existencia
(Fig. 9). Según datos censales, su población total a
327 habitantes habiéndose creado nuevos lotes urbanos (PEF,
1942).
Se considera que el agrarismo llegó al lugar
en el ario de 1933 y estuvo dirigido a nivel local, por el Sr.
Silvestre González, quien contó con apoyo de los
campesinos. El movimiento cobró fuerza al conocerse el Decreto
1186, en mayo de 1934 y sin mucha demora, los vecinos del poblado
iniciaron su lucha legal con la redacción de un escrito con
fecha 6 de agosto de 1934, en que se solicitó a las
autoridades estatales, la dotación de tierras, por carecerse
de las indispensables para las necesidades económicas (PEF,
1942). La instancia fue publicada el 18 del mismo mes y año, y
el expediente fue instaurado por la Comisión Agraria Mixta
(CAM) que en ese mismo año, procedió a recabar la
información censal y técnica correspondiente al poblado
gestor.
El ejido provisional
Según los datos recabados por la CAM, en
diciembre de 1934 existían en Tequilita (y su anexo Cerro
Pelón) 140 individuos con derecho a dotación, que se
dedicaban exclusivamente a la agricultura trabajando como aparceros y
jornaleros en las fincas de la región ya que carecían
de tierras propias. Dentro de un radio de siete kilómetros
fueron señaladas como afectables las siguientes fincas: la
fracción Tequilita propiedad de la Compañía
Agrícola del Oeste (Sociedad Civil por Acciones), y la
denominada "San Juan de Borbollón", propiedad del
Sr. José Landero (PEF, 1942). Una vez iniciados los trámites,
la congregación de Tequilita prometía convertirse en un
nuevo centro de población ejidal.
La CAM emitió su dictamen el 29 de diciembre
de 1934, sometiéndolo a la consideración del Gobernador
del Estado de Nayarit, quien dictó su fallo cuatro días
después. Cabe señalar que en sus cuatro años de
mandato, el C. Francisco Parra, resolvió 162 expedientes en
favor de los campesinos otorgando una superficie de total le
369,286-61-18 ha que beneficiaron a 18,281 individuos. Al poblado de
Tequilita le correspondió el lugar número 40 en aquélla
relación, y en su expediente, con fecha 2 de enero de 1935,
resultó beneficiado con una superficie de 2,993 ha, siendo 420
laborables y 2,573 de agostadero. De la superficie afectada, 300 ha
laborables y 935 de agostadero procedían de la fracción
Tequílita y el resto de San Juan de Borbollón. La
entrega provisional de terrenos se realizó el 20 de enero de
1935.
En ese mismo año, los vecinos del poblado,
amparados por la Ley Agraria, alcanzaron el derecho al Crédito
Agrícola que otorgaba el Gobierno Federal, a través de
un Banco. Durante el verano recibieron servicios crediticios de avío
incluyendo animales de tiro (bueyes), siendo Emilio González
Sánchez el primer socio-delegado (Estrada, 1992). Fue el
primer año cuando se respiró el ambiente de un nuevo
régimen de producción agrícola. También,
el poblado iba a contar con un cementerio propio. Para ese fin se
reservó un predio especial, que tiene una superficie de 9,872
m2. Ya nunca más estaría sometido por la antigua
Hacienda. En adelante, los campesinos tendrían libertad de
tomar sus propias decisiones. Nacía el ejido.
En su etapa provisional Tequilita poseía zonas
de protección para futuras ampliaciones en los potreros de La
Temerosa, "El Tempizque, Los pretiles,
Las cebollas", El Guayabo" y "el guayabito
pero éstos terrenos pasaron a formar parte de los ejidos
colindantes; por lo tanto, la superficie total se redujo en un 30%
aproximadamente. Hasta 1946, sólo se habían utilizado
las tierras laborables del potrero de La Laguna". Un año
después se abrieron nuevas tierras al cultivo en el potrero de
El guerrereño".
La administración de Juventino Espinosa
(1938-41), sexto Gobernador Constitucional de Nayarit, tuvo como
prioridad las obras de comunicación y la construcción
de caminos. Fue precisamente en 1940 cuando comenzó a
transitar por la periferia de Tequilita, el primer camión de
pasajeros. El pesado vehículo cubría la ruta
Compostela-El Conde, un tramo de 35 km, nada más en las
estaciones secas del año. El rústico camino vecinal, no
apto para transitarse en la temporada de lluvias, atravesaba por el
potrero de La laguna" y La Tunera"rumbo al
oriente del municipio. La velocidad del caballo o del peatón
fue sustituída por la del camión y la del tren. La vida
del centro de población ejidal cambiaría a partir de
entonces.
Modfificación del fallo de
1935
Entre la instauración del expediente para
dotación de ejidos y el dictamen del Ejecutivo Federal
transcurrió un período de siete años. Al
practicarse una depuración del Censo levantado por la CAM, se
determinó un número base de 117 capacitados para
calcular la dotación que se proyecta (PEF, 1942). Además,
se agregó la parcela correspondiente a la escuela del lugar,
para sumar un total de 118 predios en que se fraccionó la
superficie de labor. La actual parcela escolar ocupa una superficie
de 6 has (Cuadro l).
TIPO DE AREA
|
SUPERFICIE 1935
(140 BENEFICIADOS)
has
|
SUPERFICIE 1941
(117 BENEFICIADOS)
has
|
PARCELADA
|
420-00-00
|
944-00-00
|
TIERRAS DE USO COMUN
|
2550-54-78
|
1121-54-78
|
TIERRAS DE EXPL COLECTIVA
|
00-00-00
|
00-00-00
|
ASENTAMIENTOS HUMANOS
|
32-45-22
|
32-45-22
|
RIOS, ARROYOS, Y CUERPOS DE AGUA
|
00-00-00
|
00-00-00
|
AREAS ESPECIALES
|
00-00-00
|
00-00-00
|
SUPERFICIE TOTAL
|
2993-00-00
|
2098-00-00
|
AREA PARECELADA/BENEFICIARIO
|
3-00-00
|
8-00-00
|
Lo anterior significa que la Dependencia del
Ejecutivo Federal modificó el fallo del Gobernador, con fecha
2 de enero de 1935, y procedió a dotar al poblado de Tequilita
con 2,098 ha (944 laborables y 1,154 de agostadero). En promedio,
correspondió a cada ejidatario un total de 8 ha de superficie
laborable (PEF, 1942). El agostadero se destinó para uso
colectivo.
RESOLUCION PRESIDENCIAL Y SU EJECUCION (1941-1948)
El reparto agrario
Medíante las resoluciones presidenciales se
dió legalidad al reparto agrario, es decir, a la aparición
de nuevos centros de población ejidales con la consiguiente
eliminación del grupo de los hacendados. Al principio, la
dotación de ejidos no implicó un progreso económico.
Sólo con el aumento de brazos en el campo fue posible cultiar
mayores extensiones de terreno, pues los adelantos de la agricultura
no se presentaron sino hasta después de 1950.
La reforma agraria, aún cuando resolvió
muchas de las necesidades económicas del campesinado no tuvo
un avance significativo debido al excesivo parcelamiento de los
predios afectados y a la falta de recursos financieros y técnicos
para el cultivo de la tierra. El humilde peón, de un día
para otro se vio transformado en agricultor independiente y
responsable pero con la inminente carencia de medios (Mever, 1988).
Por eso en los años inmediatos al reparto agrario se notó
un descenso brusco en la producción, en función de la
naturaleza del cambio. No tardó mucho en superarse el
estancaiiiiento inicial.
Es necesario indicar que el sector agrícola
financió el crecimiento de los sectores industrial y de
servicios a través del mecanismo de los precios, gracias a la
posición ventajosa de los precios industriales sobre los
agrícolas (Meyer, 1988). La política económica,
después del reparto agrario, facilitó la obtención
de recursos del campo en beneficio de las orandes urbes. Tal
situación impidió la modernizaciór de aquél.
La Resolución Presidencial
En el capítulo anterior se citaron los
principales puntos del dictamen. emitido por el Ejecutivo Federal. El
hecho más destacado fue la resolución a favor de la
dotación de ejidos al poblado de Tequilita y su anexo Cerro
Pelón declarándose procedente la solicitud. El acto de
resolución fue celebrado en el Palacio del Poder Ejecutivo de
la Unión, en México, D. F., por Manuel Avila Camacho,
presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, y Fernando
Foglio Miramontes, jefe del Departamento Agrario. El documento fue
firmado el 19 de noviembre de 1941 y apareció publicado en el
Diario Oficial tres meses después de ésta fecha (PEF,
1942). La ejecución completa de la Resolución
Presidencial en el poblado comprendió un período de
casi siete años. También se aplicaron otras
Resoluciones Presidenciales en los ejidos colindantes. Ver tabla 2.
FRACCION
|
PROPIETARIO
|
SUPERFICIE
has
|
AFECTAC.
has
|
CONCEPTOS
|
EJIDOS
|
Borbollón
|
José Landero
|
8084-00-00
|
1862-00-00
1500-00-00
1353-00-00
2333-00-00
|
RP15/10/34
A 08/08/43
RP28/08/31
A 25/03/44
|
Borbollon
Borbollon
Carrillo-Pto
Carrillo-Pto
|
Tequilita
|
Cía Agricola del
Oeste
S.C.A.
|
5130-00-00
|
272-00-00
2098-00-00
300-00-00
|
A 25/30/44
RP19/11/41
A 10/11/41
|
tequilita
tequilita
Coastecomate
|
Coastecomate
|
José Gutiérrez
|
3046-00-00
|
2878-00-00
|
rp10/12/41
|
Coatecomate
|
San José del Conde
|
Ana Elena Algara H.
|
9487-00-00
|
5985-00-00
|
RP26/11/41
|
Amado Nervo
|
Casa Blanca
|
Angel P. Hermosillo
|
1710-00-00
|
722-00-00
|
a01/03/43
|
Amado Nervo
|
Cuadro 2. Fraccionamiento de la antigua Hacienda de
San José del Conde y anexos. Ejidos que se originaron entre
los años 1931 y 1941. Expediente Carrillo Puerto, Mpio. de
Compostela, Nay. 1042 A.G.R. SRA, Delegación Agraria en
Nayarit.
Al publicarse la Resolución y ser del
conocimiento de los solicitantes, se formó la Asamblea General
de Ejidatarios de Tequilita y luego se procedió a nombrar a
los miembros del Comisariado Ejidal y del Consejo de Vigilancia. Los
primeros representantes, en calidad de presidentes, fueron Catarino
Sandoval y Evaristo Sandoval, respectivamente (González,
1991). Por primera vez se analizó y aprobó el
reglamento inerno del ejido. También se designaron las
unidades de dotación y solares urbanos para cada ejidatario.
La posesión definitiva de
ejidos en Nayarit
Otro Gobernador del Estado fue Candelario Miramontes
(1942-45), quien estimuló la inversión privada para el
proceso de desarrollo económico en la entidad mediante la
aplicación de la Ley de Protección y Fomento Industrial
y de la Ley de Fomento Agrícola.
Durante su administración se registró
un acontecimiento de gran relevancia histórica: la entrega de
actas de posesión definitiva de ejidos En un acto solemne
llevado a cabo en la ciudad de Tepic, al mediodía del 28 de
octubre de 1943, se procedió a dar cumplimiento a las
Resoluciones Presidenciales pendientes de entregar en Nayarit (DA,
1943). A este evento asistieron el Presidente Avila Camacho, el
Secretario de Agricultura Marte R. Gómez y el Secretario de
Marina Heriberto Jara, entre otras personalidades, además de
los Comisariados Ejidales y gran número de campesinos.
El total de pueblos que se beneficiaron con las
Resoluciones Presidenciales ascendió a 29, de las cuales 21
fueron de dotación y 8 de ampliación. La superficie
total otorgada fue de 51,662-47-48 ha para 2,086 beneficiarios (DA,
1943). El poblado de Tequilita ocupó el lugar No. 22 en el
orden de entrega concediéndosele por dotación una
superficie de 2,098 ha para 117 campesinos, con fecha 19 de noviembre
de 1941.
El Gral. Avila Camacho pronunció las
siguientes palabras: "Hoy, 28 de octubre de 1943, doy posesión
de las tierras que han quedado descritas a los poblados mencionados
con anterioridad y que quedan señaladas en los planos
proyectos aprobados por el Departamento Agrario y hago formal entrega
de ellas a los poblados por conducto de sus Comisariados EJídales"
(DA, 1943),
Una vez que el poblado de Tequilita recibió el
plano proyecto de posesión de ejifos sólo restaba
llevar a cabo el deslinde de la superficie señalada para
ejecutar el último punto de la Resolución Presidencial.
El Proceso de deslinde del ejido
El primer mandatario que gobernó a la entidad
por un período de seis años fue Filiberto Flores Muñoz
(1946-51), quien impulsó el modernismo de Nayarít
mediante obras de infraestructura, presas, caminos pavimentados y
escuelas rurales. En su administración se realizaron varios
trabajos de deslinde y amojonamiento de ejidos.
Para el poblado de Tequilita la fecha histórica
fue el 19 de marzo de 1948. En la Escuela Rural Federal del lugar se
reunieron el C. Ing. Santiago Maldonado, representante de la
Delegación Agraria Estatal, y los CC. representantes del
Comisariado Ejidal Srs. Miguel Moreno, Cándido González
y Crescencio Pérez, Presidente, secretario y tesorero,
respectivamente, para realizar el deslinde del Ejido concedido por
dotación al poblado de Tequilita y su anexo Cerro Pelón.
Previamente, citó al propietario afectado y a los Comisariados
Ejidales de los ejidos colindantes.
A ese acto se llevó el plano proyecto
definitivo, y con éste a la vista se identificaron las 2,098
ha de superficie (DA, 1948).
El recorrido se inició en el Centro de
Ferrocarril Sud-Pacífico (punto 2 y vértice común
de los Ejidos Coastecomate, Amado Nervo y Tequilita), siguiendo el
perímetro del polígono en sentido opuesto al movimiento
de las manecillas de un reloj, regresó al punto 2 siguiendo
una cerca de piedra que divide a los terrenos que se deslindan del
potrero "el tempizque', perteneciente a Coastecomate (DA, 1948).
Allí terminó el recorrido.
De las 2,098 ha comprendiddas dentro del polígono,
el 45% corresponde a tierra laborable y 29.12 ha pertenecen a la zona
de via del Ferrocarril Sud-Pacífico, en una faja de protección
de 4,160 m x 70 m. Fue la única zona que se marcó.
Al terminar el evento, las seris de la tarde, el
ejido quedó debidamente deslindado y amojonado. Los linderos
ya eran conocidos por las personas asistentes puesto que los
beneficiados ya venían poseyendo los terrenos deslindados
desde años atrás.
Al finalizar la década de los años 40,
el edificio de la hacienda fue abandonad definitivamene por sus
dueños (DA, 1948). El inmueble, que poseía un solar de
438 m2, sirvió como escuela rural mientras se construyeron
aulas en otro sitio.
La llegada del progreso
Al cumplirse medio siglo
de existencia del poblado se introdujo la mecanización
agrícola y el empleo de tecnología adecuada para la
zona (Pérez, 1994). En particular, para la preparación
de las tierras laborables, se desplazó a la traccíón
animal y lentamente se revolucionaron las técnicas de
producción. También se mejoraron los caminos de acceso
al área de asentamientos humanos del ejido.
En 1963 se inició
la construccion de las nuevas instalaciones de la escuela primaría
rural "20 de noviembre" en un solar urbano de 9,370 m2,
pues las clases se impartían en el edificio de la hacienda y
sólo se instruía hasta el cuarto grado de la enseñanza
básica (Rosales., 1994). El nuevo plantel contaba con dos
aulas, una biblioteca y una dirección, edificadas gracias a la
contribución económica de personas del poblado que
radicaban en la Unión Americana (Fig. 18).
Un año después,
se realizó el primer trabajo de bordería con cortina de
terraplén denominado La Lagunita", que se localiza
al norte del pueblo justamente a un costado de la carretera de
terracería. A esta obra le siguió la excavación
del pozo "de la pala", en 1966 (Rosales, 1994), Dicho pozo
se encuentra situado en el vértice de unión de la
carretera con la vía del ferrocarril, a la entrada del pueblo
y dentro de la zona que ocupa una superficie de 5.017 has. En los
trabajos, realizados por la Compañía PROBALSA, se
utilizaron unidades de maquinaria pesada y gran cantidad de
explosivos.
Un año antes de la
Coronación, el Gobierno Federal agregó la primera aula
prototipo a las instalaciones de la escuela primaria rural.
Continuaron construyéndose aulas hasta completar el plantel, a
principios de los ochentas.
VII. LA ERA DE LA MODERNIZACION (1969-1982)
7.1. Los sexenios
gubernamentales en Nayarit
Los gobernadores
constitucionales José Limón Guzmán (1952-57) y
Fsrancisco García Montero (1958-63) continuaron la obra de
modernización de la entidad, que fue impulsada en el sexenio
de Flores Muñoz (López, 1986). Siguieron creándose
obras de infraestructura, caminos pavimentados y escuelas rurales.
En el período de
Julián Gazcán Mercado (1964-69) se fundó la
Universidad Autónoma de Nayárit y la Ciudad Industrial,
ambas con sede en la ciudad de Tepic. En este sexenio se introdujo la
electrificación, el riego y la tecnología a las zonas
rurales de la entidad (López, 1986). Roberto Gómez
Reyes (1970-75) continuó la obra de su antecesor. En su
período se construyeron caminos, escuelas y otras obras de
infraestructura. Precisamente, durante su administración
resultaron beneficiados los ejidos que surgieron con la
desintegración de¡ latifundio de San José del
Conde.
7.2. Principales obras
de infraestructura
Hacia 1970 la línea
de electrificación llegó al poblado de Carrillo Puerto
y siguió rumbo a Tetitlán instalándose en los
ejidos de Tequilita (y su anexo, Cerro Pelón), Coastecomate y
Amado Nervo. La conexión de la electricidad en Tequilita se
realizó en mayo de 1971, y con ello se inauguró una
nueva etapa histórica. El ejido aportó una cantidad de
$125,000.00 M.N. para solventar el costo de los trabajos de
instalación.
Por esa misma fecha se
construyó una nueva aula en la escuela primaria rural 20
de noviembre. Dejaron de impartirse clases en el antiguo
edificio de la hacienda. El inmueble se utilizó, en adelante,
como sala de juntas, particularmente para celebrar asambleas
ejidales. También se creó una nueva cancha deportiva
(de baloncesto) en el área conocida como "los montones.
Esta zona recreativa ocupa una superficie de 76,101 m2 y se localiza
a la entrada del poblado por el Oriente.
En 1972 también se
construyeron obras de captación de agua. Con el crecimiento de
la población fue de primordial importancia el suministro de
agua, aunque las obras de bordería se utilizaron
principalmente como abrevaderos. El primero de ellos se formó
con estructura de mampostería, en el área de Los
Copalitos, al sur de la zona de asentamientos humanos. El
segundo almacenamiento se localiza al suroeste, distante a un
kilómetro, y presenta cortina de terraplén. Es conocido
con el nombre los cerritos" y fue cavado en el transcurso
de 1973.
A esta obra bordería,
le siguió el camino de mano de obra Carrillo Puerto-Tequilita,
con un tramo de 9 km, que tardó casi un año en
construírse. Anteriormente existía un camino rural, que
estaba en pésimo estado, donde circulaban escasamente algunos
vehículos de Diesel; entre ellos la "corrida tropical
único transporte público después del
ferrocarril. Al inaugurarse el nuevo camino, en la primavera de 1974,
la línea Trasportes del Pacífico S. A. de C. V. envió
al primer autobús Pullman de segunda clase a transitar la ruta
Compostela-El Conde. Después, se continuó con la
construcción de una carretera para comunicar al ejido de
Coastecomate con sus vecinos Tequilita y Amado Nervo (El Conde). El
primer tramo, Tequilita-Coastecomate, tiene una longitud de 7 km y se
clasifica como camino revestido.
Al año siguiente se
comenzó la perforación del pozo profundo La
Lagunita para abastecer de agua pobable a la poblacion, del
mismo nombre que el pozo, ocupa una superficie de 21,959 M2 . En su
interior existe un abrevadero, que contiene agua casi todo el año.
Desde la fundación del poblado, los habitantes consumieron
agua de pequeños almacenamientos situados en la periferia del
área de asentamientos humanos, entre los que destacaba La
Pila". Durante cinco décadas los pozos produjeron un
volumen considerable de agua para uso doméstico y consumo
humano, pero a largo plazo resultaron insuficientes. La escasez del
vital líquido se hacía más sensible en la
temporada seca del año, cuando era necesario formar largas
filas de consumidores, quienes esperaban conseguir algunos litros de
agua indispensables. Además, el acarreo en cubetas resultaba
lento y penoso. Estas circunstancias motivaron a los pobladores a
solicitar la instalación de una red de agua entubada. A la
electrificación se agregaba el servicio de agua potable.
Una vez que se terminó
de perforar el pozo profundo, se cavaron las zanjas en las calles
para colocar la tubería y las tomas de agua, hasta completar
la red de distribución. También se construyó una
cisterna en el punto más elevado del área urbana y se
instaló una línea eléctrica para hacer funcionar
la bomba hidráulica. Los trabajos concluyeron a principios de
1976, y por fin, el 10 de febrero de ese mismo año se realizó
el primer surtido de agua entubada, enmedio del regocijo general de
los habitantes. El poblado de Cerro Pelón también se
benefició con este servicio público.
A principios de los
ochentas se construyó la última aula de la escuela
primaria circulándose con un muro de mampostería.
Además, se edificó la casa del maestro dentro del mismo
solar. Con la construcción de sanitarios quedó completo
el plantel educativo más grande de la localidad, Es necesario
señalar que en el año de 1980 ya se impartía la
enseñanza, preescolar pero no se contaba con instalaciones
propias. Dos años después, comenzó la
construcción del Jardín de Niños en un terreno
colindante al solar de la escuela primaria.
En el ciclo 1981-82 se
impartió por primera vez un curso de secundaria en una aula
improvisada. Antes, los alumnos que tenían intenciones de
realizar estudios posteriores a la primaria no encontraban mayor
opción que la de trasladarse a otros centros escolares de
pueblos cercanos. Después de 1982 se fundó la Escuela
Telesecundaria, plantel educativo con nivel de enseñanza
inedia básica.
7.4. Panorama de la
agricultura local
Se considera que en el
ejido de Tequilita se ha practicado u na agricultura extensiva, en
donde los incrementos en los volúmenes de producción
han dependido de la utilización de nuevas tierras abiertas al
cultivo. La introducción de insumos agrícolas tuvo un
gran rezago por lo que durante mucho tiempo se utilizaron bajos
niveles de tecnología.
La producción
agrícola se concentró principalmente en el maíz
(Zea mays L.) y en el fríjol (Phaseolus
vulgaris L.), cultivos que se hicieron cada vez menos rentables. Ya
se habló del excesivo parcelaminto de la tierra. Es necesario
indicar que en los años setentas, los cultivos mostraron
alternancia en la producción y se vieron altamente
influenciados por el régimen de precipitación pluvial.
La gran mayoría de los productores obtuvo bajos rendimientos
también por carecer de apoyo crediticio suficiente y oportuno,
en una creciente descapitalización en el campo.
A principios de los
ochentas aún subsistía el problema agrario,
caracterizado por la falta de regularización en la tenencia de
la tierra. Tuvieron que transcurrir diez años para que se
modificara el marco jurídico, mediante la creación de
una nueva legislación agraria.
VIII. DE LA VISITA PASTORAL A LAS BODAS DE ORO (1982-1994)
8.1. Se realizan
nuevas obras públicas
En este período se
concluye la construcción del Jardín de Niños
"Vicente Suárez en un solar de 1.212 m2. Este
plantel mide 29 m de frente y tiene forma rectangular. A esta obra le
siguió la instalación de la Caseta Telefónica
Rural, inaugurada el 3 de octubre de 1983. Por primera ocasión
se realizó una llamada de larga distancia en el poblado.
Al siguiente año se
construyó la primera aula de la escuela telesecundaria "Jaime
Torres Bodet" y se levantaron los muros del nuevo salón
ejidal. A la telesecundaria se le agregó un par de aulas y
unos sanitarios para completar el plantel. Esta obra se encuentra
asentada en una superficie de de 2.516 M2 . El salón ejidal se
encuentra ubicado frente al Jardín de Niños y mide 25.8
m en su fachada. Desde 1985 ha sido el recinto oficial de las
asambleas.
De 1988 a 1992 se
empedraron algunas callejuelas con la aplicación de programas
federales y el aporte laboral de los habitantes. Además, se
construyó una plazuela, a un costado del salón ejidal.
Dicha obra es cuadrada, mide 25 m por lado y se concluyó en
1993. Al año siguiente se empezó a construir una nueva
cancha deportiva en el solar de la telesecundaria, obra que permanece
inconclusa. Existe una cancha Jeportiva de mayores dimensiones (para
practicar el balompié), en la zona de los montones".
Ocupa una superficie de 8.629 metros cuadrados y es uno de los
espacios recreativos del poblado. Las instalaciones existen desde
mediados de los ochentas.
Con respecto a obras de
infraestructura, en la primavera de 1994 se creó una nueva
bordería en el potrero de Ia lagunita". La obra presenta
cortina de terraplén y es la de mayor dimensión entre
las de su género. Se encuentra t localizada a un kilómetro
del poblado rumbo al noreste. Para su excavación tuvieron que
afectarse algunos predios de tierra laborable.
En esas mismas fechas se
empezó a construir una planta de horno para el secado de chile
(Capsicum annuni L.) var. "cora". En los últimos
años, este cultivo se ha convertido en el de mayor importancia
económica desplazando al maíz y al frijol, que habían
mantenido una posición hegemónica. Desde 1993 los
ejidatarios producen en conjunto volúmenes superiores a las
400 toneladas de chile seco de primera calidad, gracias a una mayor
apertura en el mercado regional.
8.2. Situación
agraria en la última década
En los últimos
años, la población rural siguió percibiendo
ingresos tres veces menores respecto al resto de la población
económicamente activa, lo que se tradujo en bajos niveles de
vida.
La producción del
sector agropecuario había sido insuficiente para financiar la
modernización del campo y presentaba relaciones de intercambio
desfavorables en el mercado. Además, su crecimiento productivo
había sido rebasado por el aumento de la población
(PROCEDE, 1993).
También la falta de
seguridad y certeza jurídica para todas las formas de tenencia
de la tierra había propiciado un decremento en la inversión
de capitales para actividades agropecuarias. En la realidad, se
habían presentado prácticas de usufructo parcelario, de
renta, de asociaciones y mediería e inclusive la venta de
tierras ejidales.
Al empezar los años
noventas, los campesinos demandaban cambios que les permitieran
hacerse dueños efectivos de la producción de sus
terrenos. Una vez culminado el reparto agrario, las normas originales
se habían convertido en un obstáculo para el desarrollo
del campo y las solicitudes que no se podían satisfacer eran
fuente de frustración y' de conflictos (PROCEDE, 1994). Era
necesario readecuar las posibilidades y mecanismos a las condiciones
existentes.
8.3. Iniciativa de
reformas al Articulo 27 Constitucional
En noviembre de 1991, el
Presidente de la República, Lic. Carlos Salinas de Gortari,
propuso diez puntos para dar justicia y libertad al campo. La
iniciativa generó importantes y amplios debates en el país,
que dieron origen al decreto que reforma el Artículo 27
Constitucional, en el que se establece y define el fin del reparto
agrario (PA, 1993).
Entre los lineamientos a
seguir de la iniciativa presidencial destacan el dar certidumbre
jurídica al campo, capitalizarlo para reactivar la producción
y proteger y fortalecer la vida ejidal y comunal (PROCEDE, 1993).
Al promulgarse, el 6 de
enero de 1992, la reforma eleva a categoría constitucional el
ejido y la comunidad y da a los núcleos agrarios propiedad
plena sobre sus tierras reconociéndoles autonomía para
decidir libremente respecto al uso de las mismas.
La Ley Agraria, expedida
el 26 de febrero de 1992, reconoce a las asambleas ejidales y
comunales como autoridad máxima de los núcleos
agrarios, cancela la intervención estatal en la vida interna
de los mismos, abre nuevas opciones de asociación productiva
entre ejidatarios, reconoce derechos a posesionarios y avecindados,
permite el cambio de tipo de propiedad, crea una Procuraduría
y Tribunales para mejorar la justicia agraria, y señala los
mecanismos para certificar y garantizar la tenencia de la tierra, a
través del Registro Agrario Nacional (RAN).
Para que la reforma diera
todos sus frutos se hizo necesario que cada núcleo y cada
individuo tuviera certidumbre sobre sus terrenos mediante
certificados parcelarios. Se creó un programa para las nuevas
relaciones en el campo.
8.4. El reglamento de
la Ley Agraria
El Artículo 27
Constitucional reformado reconoce tres formas de propiedad rural: el
ejido, la comunidad y la pequeña propiedad individual.
Las tierras ejidales se
dividen en tierras de uso común, tierras parceladas y tierras
para el asentamiento humano. En éstas últimas se
incluyen los solares urbanos y las parcelas con destino específico
(parcela escolar, parcela de la Unidad Agrícola e Industrial
de la Mujer y parcela de la Unidad Productiva para el Desarrollo
Integral de la Juventud).
Para hacer real la
seguridad en la tenencia de la tierra la Procuraduría Agraria
(PA), el Registro Agrario Nacional y el Instituto Nacional de
Estadística, Geografía e Informática (INEGI),
llevan a cabo el Programa de Certificación de Derechos
Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (PROCEDE).
El PROCEDE es un programa
de colaboración institucional que consiste en la medición
de Tierras Parcelarias, de Uso Común y de Asentamientos
Humanos y que permite conocer sus medidas exactas y colindantes
precisos por medio de la expedición de los Certificados y
Títulos en favor de sus beneficiarios.
Como complemento a lo que
se establece en la Ley Agraria, el 6 de enero de 1993 se publicó
el Reglamento de la Ley Agraria en Materia de Certificación de
Derechos Ejidales y Titulación de Solares.
Este reglamento sienta las
bases específicas para la aplicación del PROCEDE:
expone puntualmente las funciones que tiene cada institución y
establece los tiempos, formas, requisitos y procedimientos para la
delimitación, asignación y destino de las tierras
ejidales (parceladas, de uso común y asentamiento humano), así
como de la expedición de los certificados y títulos
correspondientes.
También son
aplicables las disposiciones de este Reglamento a las Comunidades
Agrarias, en lo que no se opongan a las disposiciones contenidas en
el capítulo V del mencionado Título de la Ley Agraria.
8.5 Ejecución
del PROCEDE en el poblado
En los trabajos del
PROCEDE participó una comisión de ejidatarios y todos
los miembros del núcleo agrario. Los ejidatarios de Tequilita
reconocieron los límites de sus tierras, tanto hacia afuera
con sus vecinos como hacia dentro, entre ellos. En los trabajos se
combinaron aspectos técnicos para las mediciones con una labor
constante de concertación y conciliación.
Desde el 7 de noviembre de
1993 se informó a los campesinos sobre- el PROCEDE, en una
asamblea donde estuvieron presentes Guillerino Vargas Ramos de la PA
y Bertha Leticia Ramos Villar del INEGI (CET,1993). Con este
antecedente, se celebró la primera asamblea el 30 de enero de
1994, en el salón ejJidal del poblado, con el fin de dar una
explicación más detallada del programa. En aquélla
ocasión asistieron de la PA, el subprocurador agrario Gabriel
Sánchez González y la visitadora agraria Irene Morales
Rivera (CET, 1994). Como representantes del Comisariado Ejjidal y del
Consejo de Vigilancia se presentaron los Srs. Pedro Pérez
Sánchez y Candelanio Villanueva Samaniego. Los ejidatarios
decidieron incorporarse al programa, por lo que se solicitó al
RAN y al INEGI la medición de todas las partes del ejido, para
la expedición de los certificados y/o títulos
correspondientes. Además, como ya se mencionó, se
eligió una comisión para apoyar los trabajos de
medición y los acuerdos entre titulares,
Las primeras mediciones,
realizadas por personal del INEGI, se dibujaron a mano alzada en un
croquis. Al irse recorriendo el campo, se recopiló la
documentación y se pidió a los titulares y
usufructuarios de cada parte que reconocieran sus límites y lo
manifestaran por escrito. Los desacuerdos por límites fueron
resueltos por la PA. En la segunda asamblea, celebrada el 22 de marzo
de 1994, estuvieron presentes J. Amulfo Ortega del INEGI y J. Refugio
Ruiz de la PA (CET, 1994). Allí, se presentó el croquis
levantado y la comisión auxiliar informó sobre los
trabajos realizados, señalando sobre el croquis a quién
se estaba asignando cada parte. En total, 66 ejidatarios reconocieron
sus parcelas. Con las indicaciones de esta asamblea, el INEGI midió
por segunda vez, ahora con instrumentos de precisión, para
levantar los planos definitivos. Dichos planos comenzaron a
elaborarse en el mes de abril del mismo año. Finalmente, en
septiembre quedaron en manos del Comisariado Ejidal.
En el Cuadro 3, se agregó
la columna de la izquierda (distribución de superficies en el
aflo de la Resolución Presidencial) para establecer un marco
de comparación.
Cuadro 3. Distribución
de superricies en los años 1941 y 1994. Una comparación
entre la Resolución Presidencial y las mediciones de¡
PROCEDE. Plano Interno del ejido definitivo para el poblado de
Tequilita. Registro Agrarío Nacional.
TIPO DE AREA SUPERFICIE
1943 SUPERFICIE 1994
PARCELADA 944-00-00 1527-47-33TI
TIERRAS DE USO
COMUN 1121-54-78 616-91-14
TIERRAS DE
EXPLOTACION 000-00-00 000-00-00
COLECTIVA
ASENTAMIENTOS,
HUMANOS 032-45-22 032-45-22
RIOS, ARROYOS Y
CUERPOS 000-00-00 000-00-00
DE AGUA
AREAS
ESPECIALES 000-00-00 000-00-00
SUPERFICIE
TOTAL 2098-00-00 2207-08-41
TOTAL
AFECTACIONES 000-00-00 016-71-66
INFRAESTRUCTURA 000-00-00 016-71-66
RIOS, ARROYOS Y
CUERPOS 000-00-00 000-00-00
DE AGUA
AREAS
ESPECIALES 000-00-00 00-00-00
SUPERFICIE REAL
EJIDAL 098-00-00 2190-36-50
La discrepancia principal
se observa en la superficie real ejidal. Las mediciones con
instrumentos de precisión indican que el área del ejido
definitivo es en realidad más grande de lo que se señala
en el plano proyecto definitivo. El mismo polígono, mide cerca
de 100 ha más, según los resultados actuales, por lo
cual, la superficie real del ejido se modifica de 2,098 a 2,190.36
ha. También se observan diferencias en la superficie
laborable. Conviene recordar que después de 1947, se abrieron
nuevas tierras al cultivo, particularmente en el potrero de "el
guerrereño". Actualmente existen 195 parcelas
distribuídas entre 109 ejidatarios. Es evidente que al
incrementarse el área de tierra cultivable se redujo la
superficie de agostadero. Además, se afectaron algunos predios
para crear obras de infraestructura, que antes de 1960 no existían.
Respecto a la superficie de Asentamientos humanos, aumentó el
número de lotes, casi 200 para una población de 1,300
habitantes, calculada en 1994, con la consiguiente disminución
del área de reserva.
En el Cuadro 4 aparece una
distribución más detallada de la superficie de
Asentamientos Humanos.
Cuadro 4. Distribución
de superficies en el año 1994. Plano de Asentamientos Humanos
para el poblado de Tequilita, Mplo. de San Pedro Lagunillas, Nay.,
elaborado por INEGI para el Registro
TIPO DE AREA SUPERFICIE
1943 SUPERFICIE 1994
LOTIFICACION 015-69-10.646 48.351
SERVICIOS
PUBLICOS 001-32-42.111 04.080
CALLES Y
BANQUETAS 005-45-72.033 16.817
RESERVA DE
CRECIMIENTO 009-97-97.863 30.752
INFRAESTRUCTURA 000-00-00.000 00.000
RIOS, ARROYOS Y
CUERPOS 000-00-00.000 00.000
DE AGUA
AREAS
ESPECIALES 000-00-00.000 00.000
SUPERFICIE
TOTAL 032-45-22.653 100.000
TOTAL
AFECTACIONES 000-00-00.000 00.000
INFRAESTRUCTURA 000-00-00.000 00.000
RIOS, ARROYOS Y
CUERPOS 000-00-00.000 00.000
DE AGUA
AREAS ESPECIALES
00-00-00.000 00.000
SUPERFICIE REAL DEL 032-45-22.653 100.000
ASENTAMIENTO HUMANO
Como puede observarse el
área real del asentamiento humano está distribuída
entre los lotes urbanos, calles, banquetas, servicios públicos
y una reserva de crecimiento, que representa el 30% de la superficie
total. La zona apta para lotificar se ubica en la parte sur,
principalmente. En la actualidad, el número de lotes se
concentra en un total de 47 manzanas o cuadras.
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