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Tequilita, Nayarit, Mexico

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El Período latifundista. Historia

Antecedentes

Desde mediados del siglo XIX, Nayarit quedó convertido en latifundio del extranjero. Esta estructura de poder económico se consolidó bajo el régimen Porfirista (Castellón, 1992).

Durante la dictadura ( 1887-1911 ) se concentró la propiedad, ya que la acumulación de tierras poseía un valor innegable. La administración porfirista se caracterizó por una política de ferrocarriles, proteccionismo al hacendado, inversiones extranjeras y banca que requería solvencia para otorgar créditos (Hernández, 1988). El gobierno se convirtió en protector de los intereses de los más fuertes porque éstos fortalecían al país.

Cabe señalar que en el año de 1884 Nayarit alcanzó la categoría política de Territorio (López, 1986). Antes, formó parte del actual Estado de Jalisco.

En aquel tiempo fue cuando se enraizó la gran propiedad agrícola en la Hacienda con el consiguiente ensanchamiento de la vocación agraria del pueblo mexicano (Hernández, 1988). Al afianzarse la explotación del campo como base de la economía patria quedaban eliminadas otras alternativas de trabajo.

Hacia 1910 todo el Territorio de Tepic estaba plagado de Haciendas, que degeneraron en latifundios, y en un sistema económico precario, sostenido por salarios ínfimos y en el esquilmo de las tierras (Hernández, 1988). Existiendo una Hegemonía Agrícola, base insustituíble del sustento popular, era inevitable que al producirse la crisis en noviembre del mismo año la explosión, aparentemente política, tuviese un fermento agrarista.

Entre los latifundios localizados al sur del Territorio de Tepic, destacaban la Hacienda de Tetitlán y la de San José del Conde. Vamos a detenemos en la segunda para hablar del origen del poblado de Tequilita.

Origen

La Hacienda de San José del Conde se encontraba enclavada en una fracción territorial que actualmente forma parte de los municipios de Compostela y San Pedro Lagunillas. Poseía como territorios anexos a San Juan Bautista del Borbollón, San Diego. San Nicolás y la Puerta de Miraflores (PEF, 1942).

El Sr. Alfredo Castillo, propietario de la Hacienda del Conde, solicitó al hacendado de Tequila Jal. que le transfiriera un grupo de aparceros y jornaleros para que trabajaran en su finca. Como respuesta a la petición se enviaron, a principios de 1910, un total de 25 familias originarias de Tequila y encabezadas por el Sr. Luis González. Las personas iban destinadas a atender las plantaciones del maguey de tequíla (Agave tequilana L.) que se cultivaba en el potrero de “La laguna", predio perteneciente al latifundio del Conde (Estrada, 1992).

Los jornaleros y aparceros originarios de Tequila, cubrían todos los días la distancia señalada, y una vez concluída la jornada, retornaban al casco de la Hacienda a pie, a caballo o en carretas de tracción animal. El traslado resultaba cada vez más penoso bajo aquéllas condiciones de vida prevalecientes en la época. Pero un descubrimiento cambió el destino de las humildes, familias. A los pocos meses los peones encontraron un manantial dentro del potrero y se dieron cuenta de que contenía el agua suficiente para satisfacer sus necesidades domésticas. Tal hecho, los motivó a solicitar permiso de sus superiores para construir un caserío cerca del manantial. Una vez que los administradores de la Hacienda supervisaron el lugar autorizaron la solicitud comenzó a fundarse el poblado, que en aquél tiempo alcanzaba la categoría de ranchería (Estrada, 1991). Existen dos elementos que caracterizaron el origen de Tequilita: la Hacienda del Conde y la planta de agave. Nos detendremos en cada uno de los mismos.

La región de la laguna, distante unos 10 km rumbo al poniente del casco de la Hacienda antes mencionada, reunía las condiciones climáncas y edáficas idóneas para la explotación del agave, al grado de obtenerse "cabezas de mezcal" que superaban en tamaño y calidad a las producidas en Tequila, Jal. Según González (1991), algunas de las cabezas cosechadas pesaban el equivalente a "una carga de mula" (alrededor de 100 Kg).

La Hacienda de San José del Conde

Se considera que es una de las fincas más antigüas del occidente de la república, pues su origen data de mediados del siglo XVII, cuando pertenecía a la de Miravalles. A principios del siglo XX ocupaba una superficie de 25,000 ha y era propiedad de Alfredo Castillo (SRA, 1944). Con el triunfo de la Revolución, su superficie se dividió en cinco fracciones: Borbollón, Tequilita, coastecomate, San José del Conde y Casablanca.

Cada predio pasó a ser propiedad de un particular, por ejeMpio, la fraccíón “Tequilita" perteneció a los Hnos, Corvera durante la década de los 20's. Con las Resoluciones Presidenciales de los años 40's, la Hacienda se desintegró completamente.

Al formarse el ejido de Amado Nervo, en noviembre de 1941, mediante la afectación de las fracciones de San José del Conde y Casablanca, se destinó una superficie de 6 ha como zona de protección del casco de la finca. El edificio de la Hacienda de la Condesa de Miravalles, construído en el año de 1642, se encuentra a unos 72 km al sur de la capital del Estado de Nayarit siguiendo la ruta del ferrocarril Sud-Pacífico con rumbo a Guadalajara. Por carretera, dista unos 19 km de la estación Tetitlán, y ésta a su vez, se encuentra a 56 km de la Cd. de Tepic, capital del Estado.

El antiguo edificio de la Hacienda se ubica a un costado del templo de la localidad de Amado Nervo y está asentado en una área de 4,500 m2 aproximadaniente. Su fachada presenta arcos coloniales, y en su interior se aprecian amplios corredores, una fuente, una capilla y una bodega (ST, s/f). En la actualidad se encuentra reestructurada y de uso particular (Fig. 5)

El maguey de tequila

Esta planta se cultivaba en la finca de San José del Conde, con especialidad en el predio “Tequilita". También existían plantaciones de agave en las Haciendas de San Cayetano (Mpio. de Tepic) y de La Labor (Mpio. de Santa María del Oro). Se clasifica dentro de grupo de cultivos especiales. El maguey de tequila (Agave tequilana), y el maguey de mezcal (Agave cupreata y A, potatorum) son utilizados en la producción de las bebidas alcohólicas llamadas tequila y mezcal (Parkinson, 1923). Entre las variedades más conocidas destacan el Sihuín, Azul y Mano Larga.

Las hojas de esta planta son de un color azuloso y más angostas que los magueyes de pulque; tienen forma lanceolada y terminan en una punta resistente de 3 o más cm de longitud; sus márgenes también ostentan, de trecho en trecho, aguijones duros y su carne pulposa encierra numerosas fibras. Cada pianta tiene un tallo o cabeza, en cuyo derredor se desarrollan las hojas en rosetas sucesivas (Parkinson, 1923).

El maguey de tequila y/o mezcal se propaga por medio de pequeños chupones que brotan en las axilas de las plantas adultas. Despues de ser desprendidos, los chipones se limpian de las raíces y se les cortan las hojas inferiores para que queden en condiciones de ser transplantados

La Fundación

El sitio elegido para el asentamiento de las 25 familias era conocido con el nombre de “La Organera" (de “órgano”, nombre común de una planta cactácea del género Lemaireocereus. Sobre aquel lomerío pedregoso, lleno de espinas, se empezaron a construir chozas de madera y rusticas viviendas de adobe y teja, además de la casa del administrador de la Hacienda. Mes de Abril de 1910 (González, 1991).

Entre las primeras obras de beneficio colectivo del nuevo asentamiento humano se cuentan las "tarjeas" (pilas para almacenar el agua del manantial) y la cerca o muralla de piedra que sirvió de protección contra los extraños (medía aproximadamente 1.5 m de altura). La cerca por dos décadas, infundió respeto a los gavilleros que asolaban la región. Segun González (1991), nunca se registraron actos de violencia en los primeros años de existencia de la ranchería.

Con la colocación de las primeras piedras surgió la necesidad de identificar con un nombre al nuevo centro de población, lo cual no resultó muy complicado puesto que las 25 familias provenían de Tequila y sus actividades económicas no habían variado al mudarse de entidad, además de considerarse la semejanza de[ potrero de 1a laguna" con el lugar de origen. La familiaridad de aquellos paisajes semiáridos, la presencia de agaves y pitayos, el ambiente acogedor de la región, hacía evocar el pueblo natal. Aquéllo representaba a la villa de Tequila Jal., pero en miniatura; por lo tanto, la fracción de la Hacienda de San José. del Conde se llamaria desde entonces: TEQUILITA.

Los primeros pobladores de Tequilita

De las 25 familias que participaron en la fundación del inicial pueblo de Tequilita se señalan, en orden alfabétíco, los nombres de la mayoria de los jefes de familia y, entre paréntesis, se escriben los nombres de los hijos. Se supone que no fueron omitidos muchos nombres ya que el total de pobladores apenas ascendía a un centenar, según Estrada (1992) y González (1991).

1. ALVAREZ, Román y familia.

2. BAÑUELOS, Mariano y GARCIA, Ma. Santos (J. Félix).

3. CARRILLO, Agustín y familia.

4. CORNEJO, Alejo y LOPEZ, María.

5. CORNEJO, Maximina Vda. de (Secundino, Manuel, Efigenio, Inés y Ma, de Jesús).

6. CUELLAR, Zenobio y familia.

7. ESTRADA, Doroteo y MARTINEZ G., María.

8. FLORES, Eduardo (Lucio, Pablo, Cornello, Eduardo, Agustina, Hilaria, Doroteo y Adislada).

9. GONZALEZ P., Adelaida (MARTINEZ G., Antonio) y la esposa de éste;

CUEVAS, Tiburcia.

10. GONZALEZ, Estanislao (Ildefonso y Ma. del Rosario).

11. GONZALEZ, Francisco (Catarino, Eliseo, Rogelio y Julia).

12. GONZALEZ, Luis (Silvestre, Pedro, Magdaleno, Emilio y J. Isabel). 13. HERNANDEZ, Gregorio (Prisciliano y Eduardo).

14. SALAS G., Anastasia (PEREZ S., Crescencio, Gregorio, María, Ma.

Concepción, Paula, Salomé y Rufino),

15. SANCHEZ, Maximina (RODRIGUEZ S., Miguel e Hilario).

16, SANTIAGO, Leandro (Mateo y Santiago).

17. SOLIS, Bernardo y familia.

18. SOLTERO, Simona (VALENZUELA S., J. Natividad, Manuel y Felipe).

Del listado anterior conviene destacar a Mariano Bañuelos, Luis González y Gregorio Hernández; administrador de la Hacienda, jefe del grupo de familias y maestro albañil, respectivamente.

La fundación coincide con la introducción del ferrocarril

El tendido de la punta de fierro continuó lentamente hacia el sur de Nayarit, con rumbo a Guadalajara. Su arribo a Tequilita demoró muchos años no obstante que, la distancia entre Tepic y la ranchería apenas ascendía a unos sesenta kilómetros.

En la época de la fundación de la ranchería se introdujo el ferrocarril al Territorio de Tepic, lo cual significó cambios en la estructura de producción y tecnología. Los grandes propietarios agrícolas resultaron beneficiados al utilizar este medio de transporte para exportar sus productos (López, 1986). El tendido de vías continuó por el lado de Sinaloa hasta llegar a la población de Yago (Mpio. de Santiago Ixc.) en mayo de 1910. La construcción estuvo a cargo de la Compañía Americana del Sub-Pacífico y pronto llegó a Tepic. Fue el 20 de febrero de 1912 cuando el vicepresidente José María Pino Suárez inauguró el tramo Tepic-Acaponeta.

Una existencia pacífica en medío del caos

Según López (1986) el jornal de los campesinos en 1910 era de 50 centavos por tareas de 25 a 30 surcos con más de 25 metros, y de 56, por el corte de 18 cargas de caña de azúcar. En las Haciendas, se trabajaba de las 6 de la mañana a las 8 de la noche bajo condíciones infrahumanas, Además, en las tiendas de raya todo era caro y de mala calidad. En pleno siglo XX existía un régimen de producción económica con carácter semifeudal. Esas circunstancias provocaron una severa crisis.

No obstante que el movimiento popular comenzo el 20 de noviembre de 1910, fue en el transcurso del mismo cuando se precisaron los objetivos de la lucha: destrucción de los latifundios, dotación de tierra a los campesinos, reconocimiento de derechos de la clase obrera y reincorporación al patrimonio nacional de las tierras, aguas y riquezas del subsuelo (Hemández, 1988). Dichos objetivos quedaron plenamente confirmados en el año de 1916, al finalizar la lucha armada.

La vida de los habitantes del predio denominado “Tequilita” perteneciente al latifundio de San José del Conde, transcurrió apaciblemente en la periferia de la comvulsión revolucionaria. El polvorín no se difundió con la misma intensidad hacia cada uno de los puntos del país. Al sur del Territorio de Tepic la vida siguió con su rutinaria monotonía en las dos primeras décadas de existencia de Tequilita, ranchería productora de agave, que permaneció casi inadvertida hasta por su mismo propietario (González, 1991).

El Estado Libre y Soberano de Nayarit

Una vez que el Constitucionalismo dominó a la corriente Villista adjudicándose triunfo de la Revolución, Venustiano Carranza convocó, el 19 de septiembre de 1916, a un Congreso Constituyente con sede en Querétaro. El Congreso, formado por diputados se propuso delinear la Constitución.

La publicación de nuestra Carta Magna, se realizó el 5 de febrero de 1917.

El 1º de mayo, del mismo año, se efectuó la trascendental declaratoria correspondiente a la erección del Territorio de Tepic en Estado Libre y Soberano de Nayarit,

La nueva entidad federativa heredaba de la dictadura un panorama latifundista: existían más de un centenar de Haciendas en los 11 Partidos que integraban el Territorio de Tepíc. De éstos, en Compostela se encontraba enclavada la Hacienda de San José del Conde, productora de maíz y chile. La superficie de la finca fue dividida en cinco predios. En la fracción “Tequilita" se cultivaba con especialidad el maguey de tequila y/o mezcal. Hacia 1920, eéste predio pasó a ser propiedad de los hermanos Convera.

Los primeros periodos gubernamentales de la entidad

En 1918 tomó posesión de su cargo el C. José Santos Godínez, primer gobernador constitucional de Nayarit. Gobernó hasta el año de 1921. En su período aparecieron las primeras solicitudes para la formación de ejídos. La lucha por la tierra, entre campesinos y hacendados, se tomó cruenta.

Pascual Villanueva (1922-25) fue el segundo gobernador constitucional, en medio del incipiente movimiento agrario. Los campesinos continuaron solicitando la dotación de tierras aún contra las frecuentes represalias de los dueños. Se continuó el tendido de vías del ferrocarril Sud-Pacífico. La punta de fierro llegó a Tequilita.

Cuando José de la Peña (1926-29) asumió el poder, Nayarit tenía una población económicamente activa de 55,645 personas, de las cuales 41,379 se dedicaban a la agricultura (López, 1986). De ésta última cifra, 34, 713 campesinos no poseían tierras propias y el número de ejidatarios apenas ascendía a 3,517, con un analfabetismo del 59.3% entre la población total. Era necesaria una reforma.

El 24 de febrero de 1927 se implantó la Reforma Agraria en la entidad, y cuatro meses después, el Presidente Adolfo de la Huerta dió a Nayarit la Reglamentación de la Ley Federal de Tierras Ociosas, cuyo lema era: "utilidad pública al cultivo de las tierras de labor". Para su aplicación había que posesionarse de la tierra aún en calidad de arrendamiento y bajo la responsabilidad de las corporaciones municipales.

De hecho, el movimiento agrario en la entidad fincó su lucha en la aplicación de la Ley antes mencionada, por un lapso de siete años, porque la burguesía liberal, terrateniente, conservadora y en el poder, no permitía el fraccionamiento de los latifundios (Hernández, 1988). El poder latifundista cayó finalmente hasta el aflo de 1934.

Aquélla época se caracterizó también por el enfrentamiento del clero político contra el Poder Federal, en la denominada "Guerra Cristera". Al publicarse la Ley Reglamentaria del Artículo 130 de la Constitución, a finales de 1926, se clausuraron escuelas católicas y seminarios reduciendo el número de sacerdotes registrados ante el gobierno. Tal medida provocó que el clero suspendiera el culto en las iglesias y promoviera levantamientos armados contra el Estado, en los años 1927 y 1928 principalmente (Meyer, 1988). El movimiento tuvo mayor impacto en las zonas rurales y fue hasta en junio de 1929 cuando se le dió fin al conflicto.

La administración de Luis Castillo Ledón (1930-33) se enfocó hacia la instrucción pública. En la lucha contra el analfabetismo, se multiplicaron las escuelas rurales y se fomentó la música, el canto, la plástica, la lectura y el deporte. Su obra social culminó con la creación del Instituto del Estado.

Se considera que durante el lapso comprendido entre 1910 y 1930 la Revolución tropezó con severos problemas económicos. Como en Nayarit no se dieron transformaciones económicas relevantes, la Revolución sólo afectó la vida política y social (Meyer, 1988). Inclusive, algunos subsectores de la economía como la minería, la ganaadería y aún la agricultura disminuyeron su capacidad productiva. Aparentemente, existía un retroceso en el renglón económico, pero la rueda de la historia no podía girar hacia atrás.

El Período Agrarista (1934-41)

El movimiento agrario

Desde la publicación de la Ley Federal de Tierras Ociosas, en 1927, se había iniciado una vigorosa campaña agraria encabezada por Guillermo Flores, Senador de la República, quien movilizó a la Liga Agraria de Nayarit para afectar el latifundio de la poderosa casa "Sucesores de Aguirre" (Casa Aguirre). El golpe decisivo se dió en los años de 1933 y 1934.

Las grandes Haciendas concentraron la tierra laborable de Nayarit en pocas manos, pues sólo 25 personas eran propietarias absolutas del 85% de los terrenos aptos para algún tipo de explotación agropecuaria (Castellón, 1992). La Casa Aguirre era el símbolo del poder económico latifundista al ser propietaria de grandes fincas agrícolas y ganaderas, dos fábricas textiles y un ingenio azucarero, además de incontables propiedades rústicas y urbanas.

En 1934 asumió la gobernatura el C. Francisco Parra, quinto mandatario constitucional de Nayarit, y primero en gobernar un período de cuatro años A su llegada intentó asestar el golpe definitivo al latifundismo agrario (López, 1986). En su período resultó de gran importancia la publicación de la Ley de Fraccionamiento de latifundios en Nayarit (Decreto 1186), con fecha del 3 de mayo de 1934, que consideró de urgente utilidad pública el fraccionamiento por el procedimiento voluntario o rebeldía de todas las grandes extensiones de terrenos mayores a 300 ha de riego, 900 ha de temporal y 5,000 ha de agostadero pertenecientes a un sólo propietario (Hernández, 1988). Las extensiones mayores a las señaladas se declaran latífundios y el propietario está obligado a fraccionar en un plazo no mayor a seis meses a partir de la vigencia de esta Ley.

Con la aplicación de la Ley de Fraccionamiento comenzó un fugaz y demoledor reparto de tierras con la consiguiente desaparición de una estructura de poder económico: la liquidación del latifundio.

Conviene recordar que después del triunfo de la Revolución la estabilidad política estuvo amenazada por los enfrentamientos permanentes entre campesinos y hacendados, en la lucha secular por la tierra, Y tal crisis llegó a su término en el período Cardenista (1934-40), reformadora administración donde se repartieron 20 millones de hectáreas en el país creando una nueva clase de productores en el campo (Aguilera 1975).

En Nayarit prevalecía una situación semifeudal aún con el triunfo de la Revolución y con la vigencia de la Ley Agraria. En el lapso comprendido entre el 1º de mayo de 1917 y el 31 de diciembre de 1933 sólo se habían resuelto 52 expedientes de dotación de ejidos, que amparaban una superficie reducida, existiendo en la entidad más de 20 mil campesinos sin tierras propias.

Con la solución al problema agrario, de 1921 a 1937 (año en que deja el poder Francisco Parra) se concedió a los campesinos un 80% de las tierras cultivables de la entidad. Esto significó la desintegración de los latifundios.

El agrarismo llega a Tequilita

Cuando se publicó la Ley de Fraccionamiento de Latifundios, el poblado cumplía 24 años de existencia (Fig. 9). Según datos censales, su población total a 327 habitantes habiéndose creado nuevos lotes urbanos (PEF, 1942).

Se considera que el agrarismo llegó al lugar en el ario de 1933 y estuvo dirigido a nivel local, por el Sr. Silvestre González, quien contó con apoyo de los campesinos. El movimiento cobró fuerza al conocerse el Decreto 1186, en mayo de 1934 y sin mucha demora, los vecinos del poblado iniciaron su lucha legal con la redacción de un escrito con fecha 6 de agosto de 1934, en que se solicitó a las autoridades estatales, la dotación de tierras, por carecerse de las indispensables para las necesidades económicas (PEF, 1942). La instancia fue publicada el 18 del mismo mes y año, y el expediente fue instaurado por la Comisión Agraria Mixta (CAM) que en ese mismo año, procedió a recabar la información censal y técnica correspondiente al poblado gestor.

El ejido provisional

Según los datos recabados por la CAM, en diciembre de 1934 existían en Tequilita (y su anexo Cerro Pelón) 140 individuos con derecho a dotación, que se dedicaban exclusivamente a la agricultura trabajando como aparceros y jornaleros en las fincas de la región ya que carecían de tierras propias. Dentro de un radio de siete kilómetros fueron señaladas como afectables las siguientes fincas: la fracción “Tequilita” propiedad de la Compañía Agrícola del Oeste (Sociedad Civil por Acciones), y la denominada "San Juan de Borbollón", propiedad del Sr. José Landero (PEF, 1942). Una vez iniciados los trámites, la congregación de Tequilita prometía convertirse en un nuevo centro de población ejidal.

La CAM emitió su dictamen el 29 de diciembre de 1934, sometiéndolo a la consideración del Gobernador del Estado de Nayarit, quien dictó su fallo cuatro días después. Cabe señalar que en sus cuatro años de mandato, el C. Francisco Parra, resolvió 162 expedientes en favor de los campesinos otorgando una superficie de total le 369,286-61-18 ha que beneficiaron a 18,281 individuos. Al poblado de Tequilita le correspondió el lugar número 40 en aquélla relación, y en su expediente, con fecha 2 de enero de 1935, resultó beneficiado con una superficie de 2,993 ha, siendo 420 laborables y 2,573 de agostadero. De la superficie afectada, 300 ha laborables y 935 de agostadero procedían de la fracción Tequílita y el resto de San Juan de Borbollón. La entrega provisional de terrenos se realizó el 20 de enero de 1935.

En ese mismo año, los vecinos del poblado, amparados por la Ley Agraria, alcanzaron el derecho al Crédito Agrícola que otorgaba el Gobierno Federal, a través de un Banco. Durante el verano recibieron servicios crediticios de avío incluyendo animales de tiro (bueyes), siendo Emilio González Sánchez el primer socio-delegado (Estrada, 1992). Fue el primer año cuando se respiró el ambiente de un nuevo régimen de producción agrícola. También, el poblado iba a contar con un cementerio propio. Para ese fin se reservó un predio especial, que tiene una superficie de 9,872 m2. Ya nunca más estaría sometido por la antigua Hacienda. En adelante, los campesinos tendrían libertad de tomar sus propias decisiones. Nacía el ejido.

En su etapa provisional Tequilita poseía zonas de protección para futuras ampliaciones en los potreros de “La Temerosa”, "El Tempizque”, “Los pretiles”, Las cebollas", “El Guayabo" y "el guayabito” pero éstos terrenos pasaron a formar parte de los ejidos colindantes; por lo tanto, la superficie total se redujo en un 30% aproximadamente. Hasta 1946, sólo se habían utilizado las tierras laborables del potrero de “La Laguna". Un año después se abrieron nuevas tierras al cultivo en el potrero de “El guerrereño".

La administración de Juventino Espinosa (1938-41), sexto Gobernador Constitucional de Nayarit, tuvo como prioridad las obras de comunicación y la construcción de caminos. Fue precisamente en 1940 cuando comenzó a transitar por la periferia de Tequilita, el primer camión de pasajeros. El pesado vehículo cubría la ruta Compostela-El Conde, un tramo de 35 km, nada más en las estaciones secas del año. El rústico camino vecinal, no apto para transitarse en la temporada de lluvias, atravesaba por el potrero de “La laguna" y “La Tunera"rumbo al oriente del municipio. La velocidad del caballo o del peatón fue sustituída por la del camión y la del tren. La vida del centro de población ejidal cambiaría a partir de entonces.



Modfificación del fallo de 1935

Entre la instauración del expediente para dotación de ejidos y el dictamen del Ejecutivo Federal transcurrió un período de siete años. Al practicarse una depuración del Censo levantado por la CAM, se determinó un número base de 117 capacitados para calcular la dotación que se proyecta (PEF, 1942). Además, se agregó la parcela correspondiente a la escuela del lugar, para sumar un total de 118 predios en que se fraccionó la superficie de labor. La actual parcela escolar ocupa una superficie de 6 has (Cuadro l).

TIPO DE AREA

SUPERFICIE 1935

(140 BENEFICIADOS)

has

SUPERFICIE 1941

(117 BENEFICIADOS)

has

PARCELADA

420-00-00

944-00-00

TIERRAS DE USO COMUN

2550-54-78

1121-54-78

TIERRAS DE EXPL COLECTIVA

00-00-00

00-00-00

ASENTAMIENTOS HUMANOS

32-45-22

32-45-22

RIOS, ARROYOS, Y CUERPOS DE AGUA

00-00-00

00-00-00

AREAS ESPECIALES

00-00-00

00-00-00

SUPERFICIE TOTAL

2993-00-00

2098-00-00

AREA PARECELADA/BENEFICIARIO

3-00-00

8-00-00



Lo anterior significa que la Dependencia del Ejecutivo Federal modificó el fallo del Gobernador, con fecha 2 de enero de 1935, y procedió a dotar al poblado de Tequilita con 2,098 ha (944 laborables y 1,154 de agostadero). En promedio, correspondió a cada ejidatario un total de 8 ha de superficie laborable (PEF, 1942). El agostadero se destinó para uso colectivo.



RESOLUCION PRESIDENCIAL Y SU EJECUCION (1941-1948)

El reparto agrario

Medíante las resoluciones presidenciales se dió legalidad al reparto agrario, es decir, a la aparición de nuevos centros de población ejidales con la consiguiente eliminación del grupo de los hacendados. Al principio, la dotación de ejidos no implicó un progreso económico. Sólo con el aumento de brazos en el campo fue posible cultiar mayores extensiones de terreno, pues los adelantos de la agricultura no se presentaron sino hasta después de 1950.



La reforma agraria, aún cuando resolvió muchas de las necesidades económicas del campesinado no tuvo un avance significativo debido al excesivo parcelamiento de los predios afectados y a la falta de recursos financieros y técnicos para el cultivo de la tierra. El humilde peón, de un día para otro se vio transformado en agricultor independiente y responsable pero con la inminente carencia de medios (Mever, 1988). Por eso en los años inmediatos al reparto agrario se notó un descenso brusco en la producción, en función de la naturaleza del cambio. No tardó mucho en superarse el estancaiiiiento inicial.

Es necesario indicar que el sector agrícola financió el crecimiento de los sectores industrial y de servicios a través del mecanismo de los precios, gracias a la posición ventajosa de los precios industriales sobre los agrícolas (Meyer, 1988). La política económica, después del reparto agrario, facilitó la obtención de recursos del campo en beneficio de las orandes urbes. Tal situación impidió la modernizaciór de aquél.

La Resolución Presidencial

En el capítulo anterior se citaron los principales puntos del dictamen. emitido por el Ejecutivo Federal. El hecho más destacado fue la resolución a favor de la dotación de ejidos al poblado de Tequilita y su anexo Cerro Pelón declarándose procedente la solicitud. El acto de resolución fue celebrado en el Palacio del Poder Ejecutivo de la Unión, en México, D. F., por Manuel Avila Camacho, presidente constitucional de los Estados Unidos Mexicanos, y Fernando Foglio Miramontes, jefe del Departamento Agrario. El documento fue firmado el 19 de noviembre de 1941 y apareció publicado en el Diario Oficial tres meses después de ésta fecha (PEF, 1942). La ejecución completa de la Resolución Presidencial en el poblado comprendió un período de casi siete años. También se aplicaron otras Resoluciones Presidenciales en los ejidos colindantes. Ver tabla 2.

FRACCION

PROPIETARIO

SUPERFICIE

has

AFECTAC.

has

CONCEPTOS

EJIDOS



Borbollón



José Landero



8084-00-00



1862-00-00

1500-00-00

1353-00-00

2333-00-00



RP15/10/34

A 08/08/43

RP28/08/31

A 25/03/44



Borbollon

Borbollon

Carrillo-Pto

Carrillo-Pto



Tequilita



Cía Agricola del Oeste

S.C.A.



5130-00-00

272-00-00

2098-00-00

300-00-00



A 25/30/44

RP19/11/41

A 10/11/41



tequilita

tequilita

Coastecomate



Coastecomate



José Gutiérrez



3046-00-00



2878-00-00



rp10/12/41



Coatecomate



San José del Conde



Ana Elena Algara H.



9487-00-00



5985-00-00



RP26/11/41



Amado Nervo



Casa Blanca



Angel P. Hermosillo



1710-00-00



722-00-00



a01/03/43



Amado Nervo



Cuadro 2. Fraccionamiento de la antigua Hacienda de San José del Conde y anexos. Ejidos que se originaron entre los años 1931 y 1941. Expediente Carrillo Puerto, Mpio. de Compostela, Nay. 1042 A.G.R. SRA, Delegación Agraria en Nayarit.

Al publicarse la Resolución y ser del conocimiento de los solicitantes, se formó la Asamblea General de Ejidatarios de Tequilita y luego se procedió a nombrar a los miembros del Comisariado Ejidal y del Consejo de Vigilancia. Los primeros representantes, en calidad de presidentes, fueron Catarino Sandoval y Evaristo Sandoval, respectivamente (González, 1991). Por primera vez se analizó y aprobó el reglamento inerno del ejido. También se designaron las unidades de dotación y solares urbanos para cada ejidatario.

La posesión definitiva de ejidos en Nayarit

Otro Gobernador del Estado fue Candelario Miramontes (1942-45), quien estimuló la inversión privada para el proceso de desarrollo económico en la entidad mediante la aplicación de la Ley de Protección y Fomento Industrial y de la Ley de Fomento Agrícola.

Durante su administración se registró un acontecimiento de gran relevancia histórica: la entrega de actas de posesión definitiva de ejidos En un acto solemne llevado a cabo en la ciudad de Tepic, al mediodía del 28 de octubre de 1943, se procedió a dar cumplimiento a las Resoluciones Presidenciales pendientes de entregar en Nayarit (DA, 1943). A este evento asistieron el Presidente Avila Camacho, el Secretario de Agricultura Marte R. Gómez y el Secretario de Marina Heriberto Jara, entre otras personalidades, además de los Comisariados Ejidales y gran número de campesinos.

El total de pueblos que se beneficiaron con las Resoluciones Presidenciales ascendió a 29, de las cuales 21 fueron de dotación y 8 de ampliación. La superficie total otorgada fue de 51,662-47-48 ha para 2,086 beneficiarios (DA, 1943). El poblado de Tequilita ocupó el lugar No. 22 en el orden de entrega concediéndosele por dotación una superficie de 2,098 ha para 117 campesinos, con fecha 19 de noviembre de 1941.

El Gral. Avila Camacho pronunció las siguientes palabras: "Hoy, 28 de octubre de 1943, doy posesión de las tierras que han quedado descritas a los poblados mencionados con anterioridad y que quedan señaladas en los planos proyectos aprobados por el Departamento Agrario y hago formal entrega de ellas a los poblados por conducto de sus Comisariados EJídales" (DA, 1943),

Una vez que el poblado de Tequilita recibió el plano proyecto de posesión de ejifos sólo restaba llevar a cabo el deslinde de la superficie señalada para ejecutar el último punto de la Resolución Presidencial.

El Proceso de deslinde del ejido

El primer mandatario que gobernó a la entidad por un período de seis años fue Filiberto Flores Muñoz (1946-51), quien impulsó el modernismo de Nayarít mediante obras de infraestructura, presas, caminos pavimentados y escuelas rurales. En su administración se realizaron varios trabajos de deslinde y amojonamiento de ejidos.

Para el poblado de Tequilita la fecha histórica fue el 19 de marzo de 1948. En la Escuela Rural Federal del lugar se reunieron el C. Ing. Santiago Maldonado, representante de la Delegación Agraria Estatal, y los CC. representantes del Comisariado Ejidal Srs. Miguel Moreno, Cándido González y Crescencio Pérez, Presidente, secretario y tesorero, respectivamente, para realizar el deslinde del Ejido concedido por dotación al poblado de Tequilita y su anexo Cerro Pelón. Previamente, citó al propietario afectado y a los Comisariados Ejidales de los ejidos colindantes.

A ese acto se llevó el plano proyecto definitivo, y con éste a la vista se identificaron las 2,098 ha de superficie (DA, 1948).

El recorrido se inició en el Centro de Ferrocarril Sud-Pacífico (punto 2 y vértice común de los Ejidos Coastecomate, Amado Nervo y Tequilita), siguiendo el perímetro del polígono en sentido opuesto al movimiento de las manecillas de un reloj, regresó al punto 2 siguiendo una cerca de piedra que divide a los terrenos que se deslindan del potrero "el tempizque', perteneciente a Coastecomate (DA, 1948). Allí terminó el recorrido.

De las 2,098 ha comprendiddas dentro del polígono, el 45% corresponde a tierra laborable y 29.12 ha pertenecen a la zona de via del Ferrocarril Sud-Pacífico, en una faja de protección de 4,160 m x 70 m. Fue la única zona que se marcó.

Al terminar el evento, las seris de la tarde, el ejido quedó debidamente deslindado y amojonado. Los linderos ya eran conocidos por las personas asistentes puesto que los beneficiados ya venían poseyendo los terrenos deslindados desde años atrás.

Al finalizar la década de los años 40, el edificio de la hacienda fue abandonad definitivamene por sus dueños (DA, 1948). El inmueble, que poseía un solar de 438 m2, sirvió como escuela rural mientras se construyeron aulas en otro sitio.

La llegada del progreso


Al cumplirse medio siglo de existencia del poblado se introdujo la mecanización agrícola y el empleo de tecnología adecuada para la zona (Pérez, 1994). En particular, para la preparación de las tierras laborables, se desplazó a la traccíón animal y lentamente se revolucionaron las técnicas de producción. También se mejoraron los caminos de acceso al área de asentamientos humanos del ejido.


En 1963 se inició la construccion de las nuevas instalaciones de la escuela primaría rural "20 de noviembre" en un solar urbano de 9,370 m2, pues las clases se impartían en el edificio de la hacienda y sólo se instruía hasta el cuarto grado de la enseñanza básica (Rosales., 1994). El nuevo plantel contaba con dos aulas, una biblioteca y una dirección, edificadas gracias a la contribución económica de personas del poblado que radicaban en la Unión Americana (Fig. 18).


Un año después, se realizó el primer trabajo de bordería con cortina de terraplén denominado “La Lagunita", que se localiza al norte del pueblo justamente a un costado de la carretera de terracería. A esta obra le siguió la excavación del pozo "de la pala", en 1966 (Rosales, 1994), Dicho pozo se encuentra situado en el vértice de unión de la carretera con la vía del ferrocarril, a la entrada del pueblo y dentro de la zona que ocupa una superficie de 5.017 has. En los trabajos, realizados por la Compañía PROBALSA, se utilizaron unidades de maquinaria pesada y gran cantidad de explosivos.


Un año antes de la Coronación, el Gobierno Federal agregó la primera aula prototipo a las instalaciones de la escuela primaria rural. Continuaron construyéndose aulas hasta completar el plantel, a principios de los ochentas.


VII. LA ERA DE LA MODERNIZACION (1969-1982)


7.1. Los sexenios gubernamentales en Nayarit


Los gobernadores constitucionales José Limón Guzmán (1952-57) y Fsrancisco García Montero (1958-63) continuaron la obra de modernización de la entidad, que fue impulsada en el sexenio de Flores Muñoz (López, 1986). Siguieron creándose obras de infraestructura, caminos pavimentados y escuelas rurales.


En el período de Julián Gazcán Mercado (1964-69) se fundó la Universidad Autónoma de Nayárit y la Ciudad Industrial, ambas con sede en la ciudad de Tepic. En este sexenio se introdujo la electrificación, el riego y la tecnología a las zonas rurales de la entidad (López, 1986). Roberto Gómez Reyes (1970-75) continuó la obra de su antecesor. En su período se construyeron caminos, escuelas y otras obras de infraestructura. Precisamente, durante su administración resultaron beneficiados los ejidos que surgieron con la desintegración de¡ latifundio de San José del Conde.


7.2. Principales obras de infraestructura


Hacia 1970 la línea de electrificación llegó al poblado de Carrillo Puerto y siguió rumbo a Tetitlán instalándose en los ejidos de Tequilita (y su anexo, Cerro Pelón), Coastecomate y Amado Nervo. La conexión de la electricidad en Tequilita se realizó en mayo de 1971, y con ello se inauguró una nueva etapa histórica. El ejido aportó una cantidad de $125,000.00 M.N. para solventar el costo de los trabajos de instalación.


Por esa misma fecha se construyó una nueva aula en la escuela primaria rural “20 de noviembre”. Dejaron de impartirse clases en el antiguo edificio de la hacienda. El inmueble se utilizó, en adelante, como sala de juntas, particularmente para celebrar asambleas ejidales. También se creó una nueva cancha deportiva (de baloncesto) en el área conocida como "los montones”. Esta zona recreativa ocupa una superficie de 76,101 m2 y se localiza a la entrada del poblado por el Oriente.


En 1972 también se construyeron obras de captación de agua. Con el crecimiento de la población fue de primordial importancia el suministro de agua, aunque las obras de bordería se utilizaron principalmente como abrevaderos. El primero de ellos se formó con estructura de mampostería, en el área de “Los Copalitos”, al sur de la zona de asentamientos humanos. El segundo almacenamiento se localiza al suroeste, distante a un kilómetro, y presenta cortina de terraplén. Es conocido con el nombre “los cerritos" y fue cavado en el transcurso de 1973.


A esta obra bordería, le siguió el camino de mano de obra Carrillo Puerto-Tequilita, con un tramo de 9 km, que tardó casi un año en construírse. Anteriormente existía un camino rural, que estaba en pésimo estado, donde circulaban escasamente algunos vehículos de Diesel; entre ellos la "corrida tropical” único transporte público después del ferrocarril. Al inaugurarse el nuevo camino, en la primavera de 1974, la línea Trasportes del Pacífico S. A. de C. V. envió al primer autobús Pullman de segunda clase a transitar la ruta Compostela-El Conde. Después, se continuó con la construcción de una carretera para comunicar al ejido de Coastecomate con sus vecinos Tequilita y Amado Nervo (El Conde). El primer tramo, Tequilita-Coastecomate, tiene una longitud de 7 km y se clasifica como camino revestido.


Al año siguiente se comenzó la perforación del pozo profundo “La Lagunita” para abastecer de agua pobable a la poblacion, del mismo nombre que el pozo, ocupa una superficie de 21,959 M2 . En su interior existe un abrevadero, que contiene agua casi todo el año. Desde la fundación del poblado, los habitantes consumieron agua de pequeños almacenamientos situados en la periferia del área de asentamientos humanos, entre los que destacaba “La Pila". Durante cinco décadas los pozos produjeron un volumen considerable de agua para uso doméstico y consumo humano, pero a largo plazo resultaron insuficientes. La escasez del vital líquido se hacía más sensible en la temporada seca del año, cuando era necesario formar largas filas de consumidores, quienes esperaban conseguir algunos litros de agua indispensables. Además, el acarreo en cubetas resultaba lento y penoso. Estas circunstancias motivaron a los pobladores a solicitar la instalación de una red de agua entubada. A la electrificación se agregaba el servicio de agua potable.


Una vez que se terminó de perforar el pozo profundo, se cavaron las zanjas en las calles para colocar la tubería y las tomas de agua, hasta completar la red de distribución. También se construyó una cisterna en el punto más elevado del área urbana y se instaló una línea eléctrica para hacer funcionar la bomba hidráulica. Los trabajos concluyeron a principios de 1976, y por fin, el 10 de febrero de ese mismo año se realizó el primer surtido de agua entubada, enmedio del regocijo general de los habitantes. El poblado de Cerro Pelón también se benefició con este servicio público.


A principios de los ochentas se construyó la última aula de la escuela primaria circulándose con un muro de mampostería. Además, se edificó la casa del maestro dentro del mismo solar. Con la construcción de sanitarios quedó completo el plantel educativo más grande de la localidad, Es necesario señalar que en el año de 1980 ya se impartía la enseñanza, preescolar pero no se contaba con instalaciones propias. Dos años después, comenzó la construcción del Jardín de Niños en un terreno colindante al solar de la escuela primaria.


En el ciclo 1981-82 se impartió por primera vez un curso de secundaria en una aula improvisada. Antes, los alumnos que tenían intenciones de realizar estudios posteriores a la primaria no encontraban mayor opción que la de trasladarse a otros centros escolares de pueblos cercanos. Después de 1982 se fundó la Escuela Telesecundaria, plantel educativo con nivel de enseñanza inedia básica.


7.4. Panorama de la agricultura local


Se considera que en el ejido de Tequilita se ha practicado u na agricultura extensiva, en donde los incrementos en los volúmenes de producción han dependido de la utilización de nuevas tierras abiertas al cultivo. La introducción de insumos agrícolas tuvo un gran rezago por lo que durante mucho tiempo se utilizaron bajos niveles de tecnología.


La producción agrícola se concentró principalmente en el maíz (Zea mays L.) y en el fríjol (Phaseolus vulgaris L.), cultivos que se hicieron cada vez menos rentables. Ya se habló del excesivo parcelaminto de la tierra. Es necesario indicar que en los años setentas, los cultivos mostraron alternancia en la producción y se vieron altamente influenciados por el régimen de precipitación pluvial. La gran mayoría de los productores obtuvo bajos rendimientos también por carecer de apoyo crediticio suficiente y oportuno, en una creciente descapitalización en el campo.


A principios de los ochentas aún subsistía el problema agrario, caracterizado por la falta de regularización en la tenencia de la tierra. Tuvieron que transcurrir diez años para que se modificara el marco jurídico, mediante la creación de una nueva legislación agraria.


VIII. DE LA VISITA PASTORAL A LAS BODAS DE ORO (1982-1994)


8.1. Se realizan nuevas obras públicas


En este período se concluye la construcción del Jardín de Niños "Vicente Suárez” en un solar de 1.212 m2. Este plantel mide 29 m de frente y tiene forma rectangular. A esta obra le siguió la instalación de la Caseta Telefónica Rural, inaugurada el 3 de octubre de 1983. Por primera ocasión se realizó una llamada de larga distancia en el poblado.


Al siguiente año se construyó la primera aula de la escuela telesecundaria "Jaime Torres Bodet" y se levantaron los muros del nuevo salón ejidal. A la telesecundaria se le agregó un par de aulas y unos sanitarios para completar el plantel. Esta obra se encuentra asentada en una superficie de de 2.516 M2 . El salón ejidal se encuentra ubicado frente al Jardín de Niños y mide 25.8 m en su fachada. Desde 1985 ha sido el recinto oficial de las asambleas.


De 1988 a 1992 se empedraron algunas callejuelas con la aplicación de programas federales y el aporte laboral de los habitantes. Además, se construyó una plazuela, a un costado del salón ejidal. Dicha obra es cuadrada, mide 25 m por lado y se concluyó en 1993. Al año siguiente se empezó a construir una nueva cancha deportiva en el solar de la telesecundaria, obra que permanece inconclusa. Existe una cancha Jeportiva de mayores dimensiones (para practicar el balompié), en la zona de “los montones". Ocupa una superficie de 8.629 metros cuadrados y es uno de los espacios recreativos del poblado. Las instalaciones existen desde mediados de los ochentas.


Con respecto a obras de infraestructura, en la primavera de 1994 se creó una nueva bordería en el potrero de Ia lagunita". La obra presenta cortina de terraplén y es la de mayor dimensión entre las de su género. Se encuentra t localizada a un kilómetro del poblado rumbo al noreste. Para su excavación tuvieron que afectarse algunos predios de tierra laborable.


En esas mismas fechas se empezó a construir una planta de horno para el secado de chile (Capsicum annuni L.) var. "cora". En los últimos años, este cultivo se ha convertido en el de mayor importancia económica desplazando al maíz y al frijol, que habían mantenido una posición hegemónica. Desde 1993 los ejidatarios producen en conjunto volúmenes superiores a las 400 toneladas de chile seco de primera calidad, gracias a una mayor apertura en el mercado regional.


8.2. Situación agraria en la última década


En los últimos años, la población rural siguió percibiendo ingresos tres veces menores respecto al resto de la población económicamente activa, lo que se tradujo en bajos niveles de vida.


La producción del sector agropecuario había sido insuficiente para financiar la modernización del campo y presentaba relaciones de intercambio desfavorables en el mercado. Además, su crecimiento productivo había sido rebasado por el aumento de la población (PROCEDE, 1993).


También la falta de seguridad y certeza jurídica para todas las formas de tenencia de la tierra había propiciado un decremento en la inversión de capitales para actividades agropecuarias. En la realidad, se habían presentado prácticas de usufructo parcelario, de renta, de asociaciones y mediería e inclusive la venta de tierras ejidales.


Al empezar los años noventas, los campesinos demandaban cambios que les permitieran hacerse dueños efectivos de la producción de sus terrenos. Una vez culminado el reparto agrario, las normas originales se habían convertido en un obstáculo para el desarrollo del campo y las solicitudes que no se podían satisfacer eran fuente de frustración y' de conflictos (PROCEDE, 1994). Era necesario readecuar las posibilidades y mecanismos a las condiciones existentes.


8.3. Iniciativa de reformas al Articulo 27 Constitucional


En noviembre de 1991, el Presidente de la República, Lic. Carlos Salinas de Gortari, propuso diez puntos para dar justicia y libertad al campo. La iniciativa generó importantes y amplios debates en el país, que dieron origen al decreto que reforma el Artículo 27 Constitucional, en el que se establece y define el fin del reparto agrario (PA, 1993).


Entre los lineamientos a seguir de la iniciativa presidencial destacan el dar certidumbre jurídica al campo, capitalizarlo para reactivar la producción y proteger y fortalecer la vida ejidal y comunal (PROCEDE, 1993).


Al promulgarse, el 6 de enero de 1992, la reforma eleva a categoría constitucional el ejido y la comunidad y da a los núcleos agrarios propiedad plena sobre sus tierras reconociéndoles autonomía para decidir libremente respecto al uso de las mismas.


La Ley Agraria, expedida el 26 de febrero de 1992, reconoce a las asambleas ejidales y comunales como autoridad máxima de los núcleos agrarios, cancela la intervención estatal en la vida interna de los mismos, abre nuevas opciones de asociación productiva entre ejidatarios, reconoce derechos a posesionarios y avecindados, permite el cambio de tipo de propiedad, crea una Procuraduría y Tribunales para mejorar la justicia agraria, y señala los mecanismos para certificar y garantizar la tenencia de la tierra, a través del Registro Agrario Nacional (RAN).


Para que la reforma diera todos sus frutos se hizo necesario que cada núcleo y cada individuo tuviera certidumbre sobre sus terrenos mediante certificados parcelarios. Se creó un programa para las nuevas relaciones en el campo.


8.4. El reglamento de la Ley Agraria


El Artículo 27 Constitucional reformado reconoce tres formas de propiedad rural: el ejido, la comunidad y la pequeña propiedad individual.


Las tierras ejidales se dividen en tierras de uso común, tierras parceladas y tierras para el asentamiento humano. En éstas últimas se incluyen los solares urbanos y las parcelas con destino específico (parcela escolar, parcela de la Unidad Agrícola e Industrial de la Mujer y parcela de la Unidad Productiva para el Desarrollo Integral de la Juventud).


Para hacer real la seguridad en la tenencia de la tierra la Procuraduría Agraria (PA), el Registro Agrario Nacional y el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), llevan a cabo el Programa de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares Urbanos (PROCEDE).


El PROCEDE es un programa de colaboración institucional que consiste en la medición de Tierras Parcelarias, de Uso Común y de Asentamientos Humanos y que permite conocer sus medidas exactas y colindantes precisos por medio de la expedición de los Certificados y Títulos en favor de sus beneficiarios.


Como complemento a lo que se establece en la Ley Agraria, el 6 de enero de 1993 se publicó el Reglamento de la Ley Agraria en Materia de Certificación de Derechos Ejidales y Titulación de Solares.


Este reglamento sienta las bases específicas para la aplicación del PROCEDE: expone puntualmente las funciones que tiene cada institución y establece los tiempos, formas, requisitos y procedimientos para la delimitación, asignación y destino de las tierras ejidales (parceladas, de uso común y asentamiento humano), así como de la expedición de los certificados y títulos correspondientes.


También son aplicables las disposiciones de este Reglamento a las Comunidades Agrarias, en lo que no se opongan a las disposiciones contenidas en el capítulo V del mencionado Título de la Ley Agraria.


8.5 Ejecución del PROCEDE en el poblado


En los trabajos del PROCEDE participó una comisión de ejidatarios y todos los miembros del núcleo agrario. Los ejidatarios de Tequilita reconocieron los límites de sus tierras, tanto hacia afuera con sus vecinos como hacia dentro, entre ellos. En los trabajos se combinaron aspectos técnicos para las mediciones con una labor constante de concertación y conciliación.


Desde el 7 de noviembre de 1993 se informó a los campesinos sobre- el PROCEDE, en una asamblea donde estuvieron presentes Guillerino Vargas Ramos de la PA y Bertha Leticia Ramos Villar del INEGI (CET,1993). Con este antecedente, se celebró la primera asamblea el 30 de enero de 1994, en el salón ejJidal del poblado, con el fin de dar una explicación más detallada del programa. En aquélla ocasión asistieron de la PA, el subprocurador agrario Gabriel Sánchez González y la visitadora agraria Irene Morales Rivera (CET, 1994). Como representantes del Comisariado Ejjidal y del Consejo de Vigilancia se presentaron los Srs. Pedro Pérez Sánchez y Candelanio Villanueva Samaniego. Los ejidatarios decidieron incorporarse al programa, por lo que se solicitó al RAN y al INEGI la medición de todas las partes del ejido, para la expedición de los certificados y/o títulos correspondientes. Además, como ya se mencionó, se eligió una comisión para apoyar los trabajos de medición y los acuerdos entre titulares,


Las primeras mediciones, realizadas por personal del INEGI, se dibujaron a mano alzada en un croquis. Al irse recorriendo el campo, se recopiló la documentación y se pidió a los titulares y usufructuarios de cada parte que reconocieran sus límites y lo manifestaran por escrito. Los desacuerdos por límites fueron resueltos por la PA. En la segunda asamblea, celebrada el 22 de marzo de 1994, estuvieron presentes J. Amulfo Ortega del INEGI y J. Refugio Ruiz de la PA (CET, 1994). Allí, se presentó el croquis levantado y la comisión auxiliar informó sobre los trabajos realizados, señalando sobre el croquis a quién se estaba asignando cada parte. En total, 66 ejidatarios reconocieron sus parcelas. Con las indicaciones de esta asamblea, el INEGI midió por segunda vez, ahora con instrumentos de precisión, para levantar los planos definitivos. Dichos planos comenzaron a elaborarse en el mes de abril del mismo año. Finalmente, en septiembre quedaron en manos del Comisariado Ejidal.


En el Cuadro 3, se agregó la columna de la izquierda (distribución de superficies en el aflo de la Resolución Presidencial) para establecer un marco de comparación.



Cuadro 3. Distribución de superricies en los años 1941 y 1994. Una comparación entre la Resolución Presidencial y las mediciones de¡ PROCEDE. Plano Interno del ejido definitivo para el poblado de Tequilita. Registro Agrarío Nacional.


TIPO DE AREA SUPERFICIE 1943 SUPERFICIE 1994


PARCELADA 944-00-00 1527-47-33TI


TIERRAS DE USO COMUN 1121-54-78 616-91-14


TIERRAS DE EXPLOTACION 000-00-00 000-00-00

COLECTIVA


ASENTAMIENTOS, HUMANOS 032-45-22 032-45-22


RIOS, ARROYOS Y CUERPOS 000-00-00 000-00-00

DE AGUA


AREAS ESPECIALES 000-00-00 000-00-00


SUPERFICIE TOTAL 2098-00-00 2207-08-41


TOTAL AFECTACIONES 000-00-00 016-71-66


INFRAESTRUCTURA 000-00-00 016-71-66


RIOS, ARROYOS Y CUERPOS 000-00-00 000-00-00

DE AGUA


AREAS ESPECIALES 000-00-00 00-00-00

SUPERFICIE REAL EJIDAL 098-00-00 2190-36-50


La discrepancia principal se observa en la superficie real ejidal. Las mediciones con instrumentos de precisión indican que el área del ejido definitivo es en realidad más grande de lo que se señala en el plano proyecto definitivo. El mismo polígono, mide cerca de 100 ha más, según los resultados actuales, por lo cual, la superficie real del ejido se modifica de 2,098 a 2,190.36 ha. También se observan diferencias en la superficie laborable. Conviene recordar que después de 1947, se abrieron nuevas tierras al cultivo, particularmente en el potrero de "el guerrereño". Actualmente existen 195 parcelas distribuídas entre 109 ejidatarios. Es evidente que al incrementarse el área de tierra cultivable se redujo la superficie de agostadero. Además, se afectaron algunos predios para crear obras de infraestructura, que antes de 1960 no existían. Respecto a la superficie de Asentamientos humanos, aumentó el número de lotes, casi 200 para una población de 1,300 habitantes, calculada en 1994, con la consiguiente disminución del área de reserva.


En el Cuadro 4 aparece una distribución más detallada de la superficie de Asentamientos Humanos.


Cuadro 4. Distribución de superficies en el año 1994. Plano de Asentamientos Humanos para el poblado de Tequilita, Mplo. de San Pedro Lagunillas, Nay., elaborado por INEGI para el Registro


TIPO DE AREA SUPERFICIE 1943 SUPERFICIE 1994


LOTIFICACION 015-69-10.646 48.351


SERVICIOS PUBLICOS 001-32-42.111 04.080


CALLES Y BANQUETAS 005-45-72.033 16.817


RESERVA DE CRECIMIENTO 009-97-97.863 30.752


INFRAESTRUCTURA 000-00-00.000 00.000


RIOS, ARROYOS Y CUERPOS 000-00-00.000 00.000

DE AGUA


AREAS ESPECIALES 000-00-00.000 00.000


SUPERFICIE TOTAL 032-45-22.653 100.000


TOTAL AFECTACIONES 000-00-00.000 00.000


INFRAESTRUCTURA 000-00-00.000 00.000


RIOS, ARROYOS Y CUERPOS 000-00-00.000 00.000

DE AGUA


AREAS ESPECIALES 00-00-00.000 00.000


SUPERFICIE REAL DEL 032-45-22.653 100.000

ASENTAMIENTO HUMANO


Como puede observarse el área real del asentamiento humano está distribuída entre los lotes urbanos, calles, banquetas, servicios públicos y una reserva de crecimiento, que representa el 30% de la superficie total. La zona apta para lotificar se ubica en la parte sur, principalmente. En la actualidad, el número de lotes se concentra en un total de 47 manzanas o cuadras.

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